Bruselas alerta de “riesgos” para la sanidad pública en España




Según se desprende de un informe de la Comisión Europea sobre el Sistema Nacional de Salud (SNS) español, al que ha tenido acceso el diario EL ESPAÑOL, a Bruselas le preocupa el impacto que pueda tener en las finanzas públicas el aumento del gasto en sanidad y dependencia provocado por el envejecimiento de la población. El Ecofin tiene previsto abordar la cuestión en su próximo encuentro del 8 de noviembre.


Según el informe, la crisis económica y financiera ya ha hecho mella en los sistemas sanitarios de los países de la UE. España es -junto con Grecia, Luxemburgo, Portugal e Italia- uno de los Estados miembros donde más ha caído el gasto público per cápita en sanidad. Frente a un crecimiento anual del 4,1% en los años previos a la Gran Recesión (2003-2008), la inversión bajó a un ritmo del 1,2% entre 2008 y 2013, según el informe de Bruselas. El resultado es que el gasto público en sanidad en España se situó en 2013 (último año con datos comparables disponibles) en el 6,3% del PIB, muy por debajo del 7,8% de media en la UE. (…) El estudio de Bruselas elogia que el sistema sanitario español «ha mostrado su capacidad de generar buenos resultados de forma sostenida» en parámetros como la cobertura, el acceso y la equidad financiera, la calidad de la atención o la satisfacción de los usuarios. No obstante, alerta de que todavía persisten «algunos desafíos» y realiza una serie de recomendaciones para contrarrestarlos. Las más importantes se refieren a la contención del gasto farmacéutico y al aumento de la productividad para acabar con las listas de espera. (…)


Pero además, el Ejecutivo comunitario reclama que la sanidad española, basada predominantemente en una estructura de prestaciones públicas y cuyo personal está formado sobre todo por funcionarios, evolucione hacia un modelo centrado en los usuarios. «Es necesario un cambio cultural dirigido a incrementar la productividad del sector público con el fin de reducir las listas de espera y responder a las expectativas de los pacientes», dice el informe.


Bruselas aboga también por prestar más atención a la gestión de las enfermedades crónicas, incluidas las mentales, dar más poder a los médicos de familia y aumentar la proporción de enfermeras entre el personal sanitario, que ahora es una de las más bajas de la UE.



Fuentes: EL ESPAÑOL, 02-11-2016 (con ecos en CONSALUD.ES)

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