Este martes, 20 de junio, se ha celebrado en Sevilla una jornada organizada por el Sindicato Médico andaluz (SMA-CESM) y la Confederación Española de Sindicatos Médicos con el título: «Medidas frente a la eventualidad laboral del facultativo en el Sistema Nacional de Salud».
Representantes de CESM de las autonomías de Aragón, Madrid, Murcia y Andalucía debatieron las diferentes medidas que se han tomado en los últimos años en la lucha contra la eventualidad a la espera de una solución nacional en forma de una oferta pública de empleo (OPE) masiva cuyos primeros cimientos, en teoría, se ratificarán en el Consejo Interterritorial de hoy.
Rafael Carrasco, Presidente del Sindicato Médico Andaluz (SMA), explicó que, a raíz de la última sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que reforzaba la idea de no someter al filtro de la bolsa única a los profesionales que habían de renovar, el SAS propuso un acuerdo que permitiera ofrecer a los eventuales que cumplan determinados criterios una interinidad en la plaza que ocupan sin necesidad de recurrir a la justicia.
El sindicato médico firmó el acuerdo entre otras cosas por las ventajas tangibles: «Por un lado, afloran plazas hasta ahora escondidas como eventualidades y esto beneficia a los propietarios e interinos, pues aumentará la oferta de traslados -se firma que el 50 por ciento habrá de ser ofertado- y también el número de plazas ofertadas en posteriores OPE. Por otro lado, se reordenan las contrataciones, causalizando los nombramientos y ajustándose a lo regulado en el Estatuto Marco».
Está previsto que el proceso de estabilización de los 15.000 eventuales del Servicio Andaluz de Salud (SAS) termine en septiembre y, a falta de conocer el resultado final, «los resultados parecen muy satisfactorios de forma global», apuntó Carrasco. Según explicó, hay un escaso número de reclamaciones en asesorías jurídicas u otras vías, y los contratos se adecúan a la realidad existente, si bien la ejecución del proceso ha sido «lenta y descoordinada» provocando mucha incertidumbre y sin la necesaria uniformidad de criterios y procedimientos en las comisiones locales.
Por parte de la Administración, participó Arturo Domínguez, subdirector general de profesionales del SAS, quien defendió que organizar los servicios sanitarios de forma que se puedan adaptar a las necesidades de prestación de asistencia de los pacientes es lo que ha llevado a recurrir a nombramientos de duración determinada, aunque señaló que están «jurisprudencialmente aceptados y son compatibles con el Estatuto Marco».
No obstante, reconoció que el artículo 9.3 de dicha norma no permite el uso indiscriminado, pero que se ha producido un abuso en la utilización de estos nombramientos por «la crisis económica; la aplicación de la tasa de reposición y la prohibición de contratar personal temporal -funcionario o estatutario- por encima de dichas tasas».
Además de estabilizar a los eventuales de larga duración, el SAS pactó con los sindicatos varias medidas: modificar la normativa que afectaba a la contratación para limitar las causas de la contraración eventual, la programación bienal de las ofertas de empleo y la puesta en marcha de modificaciones estructurales en la organización de la propia dirección general de profesionales: «Necesitamos introducir elementos que automaticen y sistematicen los méritos, y tardaremos dos o tres años en implantar un proceso de este tipo», explicó Domínguez.
Un nuevo modelo
Julián Ezquerra, secretario general de Amyts, desgranó las cifras de la temporalidad médica en el Servicio Madrileño de Salud (Sermas), que calificó directamente de maltrato: de los 14.831 médicos estatutarios que hay (de un total de 15.937), el 35,5 son temporales, en concreto 17,4 interinos y el 18,1 por ciento restante, eventuales. Esta alta temporalidad se añade que la elevada edad de los facultativos, pues el 32 por ciento se habrá jubilado en 10 años.
Ezquerra señaló que rejuvenecer las plantillas sería bueno, pero que aprovechando este recambio podría ser el momento de cambiar el modelo aprovechando el recambio generacional.» ¿Un cambio de modelo? ¿Concurso abierto y permanente? ¿Convenio propio?», planteó a los asistentes, para añadir que los médicos son «profesionales muy cualificados, diferentes en cuanto a condiciones laborales, responsabilidades, horarios… Por tanto, peleemos por un modelo de relación laboral propio, perdamos el miedo».
En Aragón ya han finalizado la ampliación de la plantilla y la transformación de los contratos eventuales en interinos bajo los criterios del artículo 9 del Estatuto Marco y posteriormente por el procedimiento legalmente previsto, aunque el proceso no fue «pacífico», reconoció Mercedes Ortín, vicesecretaria de CESM Aragón. Recordó que actualmente la reforma legal que posibilitó la aprobación de la OPE complementaria de 2016 de 1.483 plazas (347 de médicos) está recurrida ante el Tribunal Constitucional: «Lo peor de todo es que no sabemos si ahora tenemos que esperar a esa macroOPE estatal o podremos algún día en un futuro no muy lejano convocar nuestra OPE aragonesa», lamentó.
En el caso murciano, hay que remontarse a 2015. Todos los sindicatos, a excepción de Satse, firmaron en mesa sectorial un acuerdo para la consolidación en la plantilla del SMS de puestos de trabajo que atienden necesidades permanentes en centros de atención especializada a través de eventuales. El pacto contempla la consolidación de un total de 1.274 plazas «de las cuales 414 serán para médicos (31 por ciento) y 860 otros profesionales (68 por ciento)», relató María José García, Secretaria Técnica de Atención Hospitalaria del Sindicato Médico de Murcia (CESM Murcia). Fue necesaria la creación de 249 plazas estructurales de novo y los llamamientos se hicieron de acuerdo a dos bolsas de dos años consecutivos porque a 31 de junio entró en vigor una bolsa nueva.
Fuentes: SMA-CESM