La saturación de los servicios de urgencia se extiende estos días por muchos hospitales del Sistema Nacional de Salud, provocada en buena medida por las complicaciones de los procesos gripales y demás afecciones relacionadas con la climatología de la época invernal.
El problema es acuciante y amenaza con ir a más.
Como constata Europa Press, en Madrid se han sucedido varios días de saturación en los hospitales de La Paz, Gregorio Marañón y Ramón y Cajal. La situación también se da en Cataluña, en centros como Vall d’Hebrón, Hospital de Lleida y Can Ruti.
Se registran problemas similares en Murcia (La Arrixaca y Morales Meseguer), Zaragoza (Miguel Servet y El Royo, este último con pacientes pendientes de ingreso y una planta cerrada), Comunidad Valenciana (Hospital de Sagunto y Clínico de Valencia con camas en los pasillos y familiares sentados en las escaleras de accesos) o La Rioja (Hospital San Pedro).
En Galicia hay situaciones de colapso en Montecelo (Pontevedra), el hospital de Cunqueiro de Vigo y el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña. En Andalucía en los hospitales Virgen Macarena y Virgen del Rocío (Sevilla), y en el Carlos Haya de Málaga. En Canarias en el hospital Doctor Negrín, y en Extremadura sobrecarga de trabajo por deficiencias de personal en Cáceres y Coria.
No echar la culpa al “General Invierno”
A juicio de la Confederación Estatal de Sindicatos Medicos (CESM), el General Invierno no tiene tanto la culpa de lo que está sucediendo como los propios estrategas de las respectivas administraciones sanitarias, porque a nadie puede sorprender lo que se está viendo.
En concreto, CESM responsabiliza del caos repetido durante los últimos años por estas fechas a la falta de personal y de recursos. Señala que desde 2010 han desparecido en torno a 50.000 puestos de trabajo en la sanidad pública, de los cuales algo más de 10.000 corresponden a médicos, mientras que la frecuentación de los servicios sanitarios por parte una población crecientemente envejecida ha ido a más.
A su vez, recuerda que el presupuesto público destinado a la sanidad no ha dejado de disminuir desde entonces (6,5% de PIB en 2009, 5,9% en 2017).
FUNTES: CESM