Dando cumplimiento a lo acordado por el comité ejecutivo de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) el pasado 12 de diciembre, durante la mañana de ayer llevaron a cabo concentraciones a las puertas de los centros sanitarios.
Objetivo: expresar una vez más el descontento creciente de los facultativos por la escasez de recursos humanos y técnicos para garantizar la calidad asistencial y también por sus poco dignas condiciones laborales y retributivas.
Estas últimas se ponen de manifiesto en la elevada precariedad en el empleo (el 40% de los médicos de la sanidad pública tienen contratos temporales, una gran parte de ellos por menos de 6 meses) y unos salarios cuyo poder adquisitivo se mantiene lejos de igualar el de hace 10 años.
En cuanto a las dificultades para mantener los estándares de calidad de la sanidad pública, la mejor muestra son los Centros de Salud y la Atención Primaria en general, donde los médicos apenas tienen tiempo para atender a los pacientes debido gran presión asistencial con la que trabajan, en lo que influyen hechos como la mayor frecuentación de las consultas que conlleva el envejecimiento de la población y el que desde hace años no se estén reponiendo todos los puestos que quedan vacantes por jubilación y no se han dimensionado las plantillas a las necesidades reales.
La escasez de personal es también notoria en el sector de hospitales. Entre 2012 y 2016 se aplicó una tasa de reposición según la cual sólo se cubría el 50% de las plazas vacantes. Hoy teóricamente ya es del 100%, pero… los puestos perdidos anteriormente (unos 10.000 aproximdamente) no se han ocupado por nuevos profesionales.
Por otra parte, la financiación del sistema sanitario no está al nivel de lo que debería. En realidad, ha caído en los últimos años. En 2009 la inversión pública representaba 6,5% y este año no llega (por una décima) al 6%, menos un punto y medio de lo que se necesitaría para igualar la media de los que destinan los países europeos con los que nos gusta compararnos.
Los actos de ayer se enmarcan, en fin, en la estela de expresiones de protesta que iniciamos el pasado 21 de marzo, fecha en la que tuvo lugar una gran manifestación entre el Ministerio de Sanidad y el Palacio de las Cortes, donde presentamos un decálogo de peticiones que continúa siendo vigente hoy porque, pese a que se trata de propuestas justificadas y razonables, desde los poderes públicos no se han hecho nada para materializarlas.
Manifestación en Madrid el 7 de marzo
En vista de que de los políticos sólo hemos recibido, si acaso, buenas palabras, CESM ha resuelto convocar otra concentración en Madrid para el próximo 7 de marzo, fecha en la que volveremos a decir en voz alta que no renunciamos a nuestros derechos ni a la dignidad de la profesión ni -cerrando el círculo de lo que nos define como médicos- a ofrecer la mejor atención posible a los ciudadanos.
La tabla de reivindicaciones que enarbolaremos ese día ya está ultimada. Contiene un total de ocho puntos, que expresan las principales demandas de la profesión en pleno, desde los egresados en las Facultades de Medicina a los médicos que están a las puertas de la jubilación, pasando, claro está, por los médicos residentes y quienes aspiran a desarrollar su vocación en las mejores condiciones posibles.