Tras la retirada de las mascarillas FFP2 del fabricante Garry Galaxy contenidas en envases verdes por no cumplir con las normas técnicas establecidas, el Sindicato Médico de la Región de Murcia CESM pide que se identifique a los responsables de la compra de dicho material y exige su dimisión o cese inmediato.
Desde CESM tenemos conocimiento de que estas mascarillas fueron repartidas en los centros de la Región para el uso del personal sanitario, generando un alto riesgo de exposición al contagio de COVID19 a todos los compañeros que las utilizaron.
Además, CESM ha pedido al Servicio Murciano de Salud que identifique los centros sanitarios en los que se repartieron las mascarillas y realice una PCR a los sanitarios que hayan podido utilizarlas.
Tanto el Ministerio de Sanidad como el Servicio Murciano de Salud tienen la obligación de velar por la seguridad de sus trabajadores y facilitarles materiales de máxima calidad para hacer frente a esta crisis sanitaria de COVID19.
Resulta inadmisible que las autoridades sanitarias adquieran material que no cumple con las normas técnicas establecidas para su uso y, de este modo, se exponga a los profesionales a un posible contagio. Este hecho se suma a la falta de material de protección desde el inicio de la crisis, lo que ha situado a los profesionales en la más absoluta indefensión y ha provocado un 16% de sanitarios contagiados en la Región de Murcia, teniendo que lamentar, incluso, la muerte de 34 médicos en España, 2 de ellos en la Región, y 50 sanitarios en total.
El Sindicato Médico exige que se asuman responsabilidades por esta nefasta gestión y que, además, la profesión médica sea considerada de alto riesgo y el contagio de COVID19 como enfermedad profesional.