Así ha evolucionado la inversión sanitaria pública por CCAA en 2009, 2014, 2018 y 2022

Informe del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada

Tabla del informe presentado.

El Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada ha presentado un informe en el que estudian las diferencias y la evolución de la inversión sanitaria pública por CCAA en los años 2009, 2014, 2018 y 2022, lo que las administraciones llaman gasto. Estudian la inversión en euros anuales por habitante, el porcentaje dedicado a Atención Primaria, Hospitales, Farmacia, Conciertos y Remuneración del Personal, y con estos porcentajes han calculado el importe en euros por habitante.

En el año 2009, antes de los drásticos recortes por la desaceleración, que se convirtió finalmente en una tremenda crisis, la inversión sanitaria pública media en las CCAA por habitante era de 1.441,72 euros, con grandes diferencias, desde el mínimo de Andalucía con 1.306,36 euros/habitante hasta los 1.690,55 euros/habitante del País Vasco, con una diferencia de 384,10 euros/habitante (el 29,41%). También estaban a la cola Madrid y Baleares y en los primeros puestos Extremadura y Asturias.

En 2014 la inversión sanitaria pública media en las CCAA por habitante se disminuyó hasta 1.285,63 euros, con un recorte de 156,09 euros por habitante (el 10,83%) y siguen existiendo grandes diferencias en cifras absolutas entre CCAA, desde el mínimo de Andalucía con 1.109,96 euros/habitante hasta los 1.582,16 euros/habitante de País Vasco con una diferencia que se ha incrementado hasta los 472,50 euros/habitante (el 42,58%). También estaban a la cola Madrid y Comunidad Valenciana y en los primeros puestos Extremadura y Navarra. Parte de estas diferencias se justifican con la dispersión geográfica y el envejecimiento de población.

En 2018 la inversión sanitaria pública media en las CCAA por habitante se llegó hasta 1.459,96 euros, con un incremento de 174,33 euros por habitante (el 13,56%) desde 2014 y de 18,24 euros por habitante (el 1,27%) desde 2009. Siguen existiendo grandes diferencias en cifras absolutas entre CCAA, desde el mínimo de Andalucía con 1.264,66 euros/habitante hasta los 1.734,72 euros/habitante de País Vasco con una diferencia de 470,06 euros/habitante (el 37,17%), que ha disminuido desde 2014. También estaban a la cola Madrid y Baleares y en los primeros puestos Asturias y Navarra.

En 2022 la inversión sanitaria pública media en las CCAA por habitante llegó hasta 1.769 euros, con un incremento de 309,04 euros por habitante (el 21,17%) desde 2018 y desde el año 2009 el incremento ha sido de 327,28 euros (el 22,70%) (tabla 5) cuando desde enero de 2009 a diciembre la inflación fue del 28,9% y siguen existiendo grandes diferencias en cifras absolutas entre CCAA, desde el mínimo de Andalucía con 1.533 euros/habitante hasta los 2.142 euros/habitante de País Vasco con una diferencia de 609 euros/habitante (el 39,74%), que ha aumentado desde 2018 y desde 2009, con un leve descenso desde 2014. También estaban a la cola Madrid y Comunidad Valenciana y en los primeros puestos Asturias y Navarra.

En resumen, como podemos ver en la tabla 5, entre el año 2009 y 2022 con una inflación del 28,9% los incrementos en la inversión sanitaria pública por habitante han sido inferiores, con 327,28 euros (un 22,70%), en Atención Primaria con 46,22 euros (un 22,36%), en Farmacia con un descenso de 27,44 euros (un 9,54%) y superiores a la inflación en Hospitales con un incremento de 249,26 euros (un 30,23%) y en remuneración de personal con 202,41 euros (el 30,88%) pero en este caso por el incremento de la plantillas, especialmente de Enfermería y no por el incremento de los salarios, que han perdido mucho poder adquisitivo, especialmente en el caso de los facultativos por el recorte progresivo que es imposible recuperar con incrementos porcentuales lineales.

En estos años las diferencias entre el máximo y el mínimo por CCAA se han incrementado en todos los apartados estudiados y muy posiblemente en el futuro seguirá aumentando las diferencias, que ya son muy importante y no se justifican por las diferencias que puedan existir en dispersión geográfica, insularidad y envejecimiento de la población. Sería necesaria una financiación finalista de la Sanidad Pública con criterios objetivos para garantizar un derecho a la protección de la salud igual para todos los ciudadanos, independientemente del lugar de residencia.

Puedes acceder aquí al informe competo. 

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