El Sindicato Médico de Galicia (SIMEGA), adscrito a la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), cuestiona y critica el modelo público-privado elegido por el Gobierno de Feijóo cuando llegó en 2009 a la Xunta para la construcción y gestión del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, porque no cumplió las expectativas en cuanto al número de camas, quirófanos y superficie hospitalaria prevista, y además, porque ha supuesto un sobrecoste de 166,7 M€ a precios actuales.
El Sindicato Médico de Galicia hace estas consideraciones a raíz del informe elaborado por el Consello de Contas de Galicia, en el que se indica que, en 2014, un año antes de la apertura del nuevo Centro, el número de camas en el Complejo Hospitalario de Vigo ascendía a 1.241, y en 2021 era de 1.321 camas, sólo 80 más, cuando una de las justificaciones de este modelo público-privado era que sólo el Álvaro Cunqueiro dispondría de 1.465 camas y todo el complejo 2.000.
Otro de los objetivos de este tipo de contratación público-privada para cumplir el Plan Funcional del CHUVI era alcanzar como escenario óptimo la atención de 49.600 procesos de hospitalización convencional en el CHUVI y en el año 2021 la cifra quedó en 40.622. También se redujeron los actos quirúrgicos y de urgencias, mientras se incrementaron las consultas externas, los trasplantes y la diálisis.
La Central Sindical también critica el hecho de que el número de quirófanos previsto para el nuevo centro hospitalario era de 36, y hoy sólo hay tres más sumando los del Hospital de Meixoeiro. Tampoco se cumplieron los objetivos de la memoria en cuanto a los objetivos fijados en cuanto al número de instalaciones y reducción del peso relativo con el sector privado a través de POVISA.
Y es que, otro de los puntos analizados por la el Consello de Contas se refiere a la reducción de la superficie hospitalaria proyectada, que difiere significativamente sobre la recogida en el Proyecto Básico, que era de 104.170 m2, cuando en el acta de puesta en marcha del centro la superficie hospitalaria útil es de 81.562 m2.
Otro de los argumentos esgrimidos por la Xunta para recurrir a este nuevo modelo se basaba en la reducción del tiempo de construcción, sin embargo, según el informe del Consello de Contas, el compromiso de la adjudicataria de entregar el nuevo hospital en 31 meses se extendió hasta los 55 meses.
SIMEGA-CESM Galicia también pone el acento en los servicios de limpieza, lavandería, menú… y de las instalaciones comerciales como parking, cafetería… que fueron adjudicados a la concesionaria que, además de gestionar estos servicios en el Álvaro Cunqueiro los gestiona también en los hospitales Meixoeiro y Nicolás Peña, cuando en ellos no se llevó a cabo ninguna actuación de construcción.
El Sindicato Médico reitera su crítica por el modelo elegido para la construcción y explotación del nuevo Hospital de Vigo e insta a la Xunta a que, para resarcirse de ese sobrecoste de 166,7M€ que pagará hasta el año 2035 que finalizará la concesión, los servicios no clínicos de estos centros hospitalarios sean revertidos y gestionados directamente por la Administración Pública
Los antecedentes sobre POVISA y el NHV
CESM Galicia ya expresó su malestar por la elección de este modelo público- privado para la construcción del HAC en 2015, cuando valoró el sobrecoste del Hospital en 425 M€, y demostró el incumplimiento de los objetivos de reducir el peso del concierto con POVISA y que el nuevo Centro reuniera todas las especialidades, ya que algunas como la unidad de quemados y la cirugía maxilofacial siguen en POVISA al día de hoy, 9 años después.
El Sindicato Médico explicó entonces que a POVISA se le pagaba un sobrecoste de 19,7M€ al año, puesto que no cubría ni la Atención Primaria ni especialidades de dolencias prolongadas y costosas como obstetricia, pediatría, psiquiatría, cardiología intervencionista…, que tenía que asumir la Sanidad Pública
Además, denunciaba que mientras el SERGAS se quejaba del coste de personal en la Sanidad Pública, no había problemas para pagar al personal de POVISA que también atendía sus ingresos estrictamente privados, ya que el 25% de las camas de ese hospital no estaban concertadas y eran atendidas por el mismo personal. Amén de unas listas de espera que triplicaban la media de Galicia, y en lugar de ser penalizado por ello, se le inyectaron 9 M€ para reducirlas.
