Desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) se ha seguido con preocupación en los últimos días la renovación del convenio de MUFACE, un modelo elegido por un gran número de funcionarios -se calcula 1,5 millones a los que hay que añadir sus familiares- que lleva funcionando desde hace muchos años sin problemas, suponiendo un ahorro importante para las arcas públicas, generando miles de puestos de trabajo a nivel de la Sanidad Privada y con plena satisfacción de los pacientes, que además pueden optar por cambiar su asistencia a la Seguridad Social dos veces al año.
Sin embargo, la licitación de MUFACE para los años 2025-2026 ha quedado desierta por el momento; no así la de ISFAS y MUGEJU, que aun teniendo un menor número de funcionarios, está ya asegurada al concurrir a la licitación dos compañías aseguradoras de las tres que prestaban servicios anteriormente.
Si finalmente el modelo MUFACE desaparece al quedar desierta la nueva licitación -aunque la ley de Contratos del Sector Público asegura la prórroga del convenio durante 9 meses para la prestación de la asistencia si no fuera posible prestarla de otra manera-, los mutualistas y sus familiares tendrían que recibir asistencia en la Seguridad Social, con el incremento del gasto público que conllevaría y el consiguiente aumento de las listas de la espera, que de por sí ya tienen plazos difíciles de asumir, lo que podría llevar al colapso de la Seguridad Social.
Los mutualistas están viviendo esta situación con honda preocupación, sin saber quién les prestara asistencia en los próximos meses, al igual que los trabajadores de la Sanidad Privada española, pues la desaparición del modelo MUFACE conllevaría la desaparición de miles de puestos de trabajo en la Sanidad Privada.
Por otra parte, la eficiencia del modelo MUFACE ha recaído desde hace años en el médico que presta la asistencia, que ha visto cómo para mantener la calidad asistencial, algo a lo que el médico no puede renunciar, ha tenido que trabajar con honorarios que eran abusivos, y que incluso le suponían trabajar a pérdidas o no recibir honorario alguno por la asistencia. De hecho, en la mayoría de ocasiones estos honorarios no han recibido incremento alguno en 30 años, y son fijados unilateralmente por la compañía aseguradora.
Es por todo ello, que desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos esperamos que esta situación se resuelva de la manera más satisfactoria posible para todas las partes, incluyendo por supuesto a los pacientes y médicos que prestan la asistencia, y esperamos que cualquier incremento económico en el nuevo convenio se traslade a los que son los verdaderos artífices de la prestación de la asistencia, que son los médicos.
Como miembros integrantes del Foro de Médicos en Ejercicio Privado, nos hemos sumado a las cartas que se han enviado al Ministerio de Sanidad, Ministerio de Función Pública, Ministerio de Trasformación Digital y Dirección General de MUFACE, comentando todas las cuestiones que aquí reseñamos y poniéndonos a su entera disposición para que este tema quede resuelto a la mayor brevedad y de la manera más satisfactoria posible.