Francisco Miralles, secretario general de CESM, analiza los principales retos actuales de la profesión médica

Francisco Miralles afronta desde el pasado mes de mayo su segundo mandato como secretario general de la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM), desde donde guerrea para conseguir que la situación laboral de la profesión médica sea tenida en cuenta por los responsables políticos. Tras varios meses con Gobierno en funciones y con la recién llegada ministra a Sanidad, analiza para REDACCIÓN MÉDICA los principales frentes que tienen abiertos los profesionales.

¿Qué objetivo se ha marcado como ineludible para conseguir antes de que finalice su mandato?

Yo creo que el principal es que la CESM se instaure como el sindicato de los médicos y que consigamos tener esa representatividad propia en al ámbito de negociación. Que el resultado sea que los médicos a los que representamos en el mundo laboral y salarial estén mejor dentro de 4 años. Este periodo anterior ha sido muy complicado, esperemos que entremos en una etapa diferente y que la organización mejore y esté fuerte.

¿Cómo está de próximo ahora mismo ese Pacto por la Sanidad que persiguen?

CESM fue pionera en pedir ese pacto, estamos ya agotados en esa petición por la inoperancia de los partidos, la poca conexión entre ciudadanos y políticos. Ya hay voces en nuestra organización que piden cambiar el discurso, y más que pedir un pacto a las instituciones políticas se lo vamos a pedir a ciudadanos y profesionales porque creo que igual es más fácil llegar a un acuerdo y priorizar la sanidad de este modo.

Desde el sindicato se ha pedido un modelo de financiación estable, suficiente y respetuoso con el principio de estabilidad presupuestaria, ¿qué propuesta tiene CESM para conseguirlo?

La sanidad en España, el nivel que tenemos del Sistema Nacional de Salud no es sostenible, su financiación siempre es a débito, generando más déficit, y eso no puede ser. No podemos pasar del 6,5 por ciento del PIB al 5,3 que el Gobierno propuso a Bruselas, es imposible. Hay que revertirlo, y en lugar de ir quitando presupuesto, adicionarlo, y esos ingresos deben venir de la financiación, vía impuestos. Además, al meter la cantidad para sanidad en la financiación para las comunidades autónomas, el presupuesto debe ser finalista, que luego la comunidad autónoma no pueda dedicar esa partida a otras cuestiones. Yo creo que esas son las prioridades para hacer sostenible el SNS, con eso nos garantizaríamos que a la población le podamos dar las prestaciones que ellos se merecen y los profesionales trabajar en las condiciones que yo creo que son merecidas.

Si hoy desde el Ejecutivo le dijeran que le conceden la solución para la principal demanda de los profesionales, ¿cuál sería? ¿Cuál es, a su juicio, la más urgente?

La más urgente es la calidad del empleo en la plantilla. Es insoportable ya la situación de déficit de profesionales, se han perdido entre 10.000 y 15.000 médicos, eso es imposible de atender si no se repone. Y después que el empleo sea de calidad.

Para atajar el problema de la temporalidad, ¿qué solución propone CESM?

Lo primero que hay que hacer es eliminar las tasas de reposición que impone Hacienda. Con una tasa como la fijada no se puede planificar qué plantilla necesitamos. Hay que poner en marcha un proceso para que todo aquel trabajador que está fuera de la plantilla sea incorporado, crear la vacante y darle un contrato indefinido, que es la prioridad que marca Europa. Después, cuando tienes a toda la gente con contrato con vacantes estables en el sistema, con plazas consolidadas, se debe hacer una OPE coordinada en todas las comunidades autónomas, no que cada una haga una OPE diferente, en tiempos diferentes, con baremos diferentes, etc. Yo creo que el Ministerio y el Interterritorial deberían ponerse de acuerdo en hacer una OPE masiva que atienda y que solucione de una vez esta situación, y a partir de ahí, no permitir que vuelva a suceder.

¿Existen propuestas para modificar el decreto de prescripción enfermera?

No, nosotros no tenemos ninguna propuesta. La Ley es muy clara, en los temas competenciales se pide que los cambios se hagan por consenso. Lo que yo creo que se hizo mal es hacer propuestas sobre competencias profesionales sin que hubiera consenso, porque si lo hubiera habido entre las profesiones no tendríamos ningún debate.

¿Está CESM en línea con la OMC en cuanto a permitir que los farmacéuticos vacunen?

Ahí coincidimos con la OMC, las competencias de la profesión médica son de la profesión médica, y nosotros aunque seamos una organización que nos dedicamos más a los temas laborales y retributivos no dejamos de ser médicos y vamos a apoyar a nuestras organizaciones para que defiendan nuestras competencias.

A raíz de la validación colegial, ¿considera adecuado que los miembros de sindicatos y de Colegios puedan compartir cargos?

Sí, por supuesto. Hay una Ley Orgánica que establece que los representantes sindicales, a todos los efectos, estamos en activo y no tenemos por qué ser incompetentes, porque además no debemos serlo. Estamos para defender a los trabajadores, hacernos compatibles en organizaciones que además representan a empleados. No hay ninguna incompatibilidad.

Entonces, ¿debería ser incompatible ser de una mutua o sindicato o colegio, como propone la Ley de Colegios que se retomará en principio en esta Legislatura?

Nosotros ahí no entramos, es un tema ya de otro calado. Prefiero reservarme mi opinión y CESM en esa cuestión no entra.

Tras la salida de Albert Tomàs de la Junta de CESM no hay nadie de Metges de Catalunya, ¿por qué?

Efectivamente es una carencia, para nosotros son importantes. No están porque coincidió que nuestro congreso era en junio y el suyo un mes después, y como había dos candidaturas importantes ellos mismos nos pidieron que no contáramos con ellos. Es cierto que se debe reconsiderar lo más rápido posible, están en toda la estructura de CESM, ellos son fundadores.

Al no estar contemplado que renueve mandato, ¿quién cree que debería sucederle en el cargo?

Falta mucho tiempo (risas)… Desde luego no sería yo el que debería posicionarse. Yo creo que deberá sucederme el que el Comité Ejecutivo decida que tiene más cualidades para ello.

¿Sería Julián Ezquerra, por ejemplo, un buen sucesor?

Por qué no, por supuesto que sí. Por mi parte, encantado.

Respecto a la gestión clínica, ¿cree que los enfermeros podrían liderar alguna de las unidades, como la de Cuidados, o siempre tienen que tener por encima a un médico?

No, claro que pueden. Probablemente lo de ‘gestión clínica’ va más relacionado con el diagnóstico, podrían llamarse de otra manera, pero que el funcionamiento sea exactamente igual a lo que nosotros estamos proponiendo y que la puedan liderar, absolutamente. Lo que entendemos que no puede ser, y nos lo dice cada sentencia cuando se recurre algún nombramiento, es que donde están trabajando médicos pueda haber un enfermero que sea el que los lidere, no es congruente. Nosotros no tenemos ningún problema porque en sus funciones, sus competencias y su organización puedan articular unidades como las que proponemos nosotros y que sean ellos los que lo lideren y además participaremos y ayudaremos sin ningún problema.

¿Sería mejor cambiarles el nombre?

No soy yo quien lo tiene que decir. Yo creo que ‘Unidad de Gestión Clínica’ está muy dirigido a lo que proponemos nosotros, la palabra clínica está relacionada con procesos de diagnósticos, tratamientos, etc. Ellos tienen probablemente términos que definen mejor sus contenidos y competencias, pero si es atractivo para ellos con ese nombre, pues perfecto.

A nivel estatal ¿existen roces con los sindicatos de clase como ocurrió a nivel autonómico, por ejemplo en Murcia?

Roces siempre hay, pero yo creo que son respetuosos. Defendemos posiciones en muchos casos diferentes pero en otros, compartimos estrategias. Tener posicionamientos diferentes supone roces, pero desde el respeto siempre habrá una confluencia de intereses.

¿A quién salvaría del Ministerio? ¿Qué director general debería seguir en su puesto por haber hecho una buena gestión?

Han hecho todos una buena labor, ellos dependen mucho de la política, que se determina más arriba, y por tanto entiendo que han trabajado bien todos. El actual secretario general -Javier Castrodeza-, por ejemplo, hemos tenido mucho roce y mucho trato con él porque negociamos muchas cosas. También con el vicepresidente del Consejo Asesor de Sanidad, Julio Sánchez Fierro. Las negociaciones fueron duras en muchos casos, pero entiendo que es su trabajo y dio resultados positivos. Yo lo valoraría un pelín más, pero en ningún caso quiero desmerecer a ninguno.

¿Qué espera de la nueva ministra?

Tenemos mucha esperanza, después de la sorpresa de su nombramiento. Desde organizaciones como la nuestra siempre queremos a alguien más próximo, más de la profesión, pero como es un nombramiento político al final lo importante es de qué gente se rodea y qué política va a seguir. Después de escucharle ofrecer tanto diálogo con los profesionales, esperamos todo. Vamos a empezar por el diálogo. Con los médicos todavía no lo ha tenido, y después de decirlo en las apariciones que ha tenido ya parece que van pasando muchos días sin que haya recibido a ninguna organización médica formalmente.

No solo recibirles, ¿les ha contestado al menos a la petición de reunirse?

No, por eso te digo que empezamos un poco por el discurso fácil del diálogo pero hay que evidenciarlo en resultados. Si no, vamos a tener que empezar a ponerle un poco las pilas. Como está reciente vamos a darle un pequeño margen y esperemos ese diálogo. Tiene que hacerlo bien, no solo por nosotros que somos los profesionales sino porque yo creo que España lo necesita, los españoles necesitan un sistema que empiece a disminuir las listas de espera, quitar la presión en las consultas, mejorar la calidad que ha estado muy en riesgo y que se ha perdido con la crisis, con los recortes. Ella tiene que liderar esto y empezar a revertirlo y a mejorar el sistema.

Fuentes: REDACCIÓN MÉDICA, 05-12-2016

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