“Las especialidades que están en primera línea son las más estresantes. Normalmente, el médico de familia en atención primaria” se ve especialmente afectado por el periodo que llega después de las vacaciones, resalta Pilar Bartolomé, secretaria de Salud Laboral de CESM.
Cada persona debe tener sus propios sistemas de adaptación para poder sobrellevar el trabajo. En el caso del sector, “cuanta más responsabilidad tienes, el periodo de adaptación tiene que ser más corto para poder dar el 100 por cien”, añade Bartolomé.
Para Francisco José Sáez Martínez, responsable de Salud Laboral de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, “en los médicos de familia, desgraciadamente, el nivel de estrés que sufrimos sin ser postvacacional es excesivamente alto como para que cualquier circunstancia nos pueda llevar a límites. En este caso, incorporarse después de las vacaciones es algo que genera a veces ciertos problemas de adaptación”.
La vuelta a las guardias de 24 horas, la falta de personal y la exigencia de reducir el periodo de adaptación al mínimo tiempo posible contribuye a que este cuadro depresivo.
La saturación de pacientes que se vive en muchos centros de atención primaria pasa factura en el día a día de las consultas. “Nos encontramos a muchos pacientes que sufren síntomas de un estrés postvacacional y acuden a un médico saturado que sufre también esos mismos síntomas y no es desde luego la mejor situación para hacer un abordaje correcto”, continúa Sáez Martínez.
FUENTES: El Global