El sindicato médico (Simebal-CESM) y el de enfermería (SATSE) impidieron este viernes con su inasistencia la celebración de la mesa sectorial de Sanidad convocada para hoy a las diez de la mañana en la que se iba a aprobar el borrador del decreto que regula el uso del catalán en la sanidad pública que se entregó a los agentes sociales el pasado martes.
Entre ambos sindicatos acumulan el 52% de la representatividad en el sector y su no comparecencia evitó el quórum necesario para constituir el órgano de negociación sindical.
«Ante el Més decretazo, el gran plantonazo», proclamaba el presidente del sindicato médico. Miguel Lázaro aludiendo a la presunta autoría del grupo parlamentario Més del documento que establece la obligación de acreditar el conocimiento del catalán para trabajar en el IB-Salut.
El requisito del catalán puede producir un éxodo de profesionales
“Cuatro anestesistas, tres ginecólogos y tres traumatólogos del hospital Mateu Orfila dejarán su trabajo por el requisito lingüístico”, confirmó el sábado por su parte a EL MUNDO Claudio Triay, responsable de Simebal-CESM, lo que dejará algunos servicios con un tercio de los puestos vacío y generará problemas para cubrir las guardias y realizar las intervenciones quirúrgicas.
Actualmente el hospital público de Menorca cuenta con una plantilla de nueve traumatólogos, nueve ginecólogos y 12 anestesistas. «Que falte un tercio del servicio supone un agujero», recalca Triay, quien teme que eso sólo sea el inicio de lo que puede convertirse en un éxodo de profesionales.
FUENTES: diariodemallorca.es – elmundo.es
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