La última agresión a un médico del ambulatorio de Muro este sábado ha agotado la paciencia del sector sanitario, que está pidiendo una respuesta «contundente» por parte del IB-Salut para que estos actos no queden impunes, según informa El Mundo.
El colectiva reclaman medidas preventivas, más seguridad de cámaras de vigilancia en los recintos sanitarios e, incluso, que se deje sin atención sanitaria en su centro de salud habitual a los agresores.
Exige, además, «la aplicación rigurosa de los protocolos existentes contra la violencia, tanto física como verbal: «tanto injurias, calumnias, amenazas, coacciones y vejaciones que a diario proliferan contra el personal», relatan en un escrito.
El Sindicato Médico de Baleares (Simebal-CESM) se ha sumado a la petición y va más allá al solicitar que penalice al agresor excluyéndolo de la asistencia sanitaria en su centro de salud habitual.
El presunto agresor, de 35 años, fue identificado gracias a que se le cayó el carné de identidad en la consulta, y ha quedado en libertad sin ninguna medida cautelar tras acogerse a su derecho a no declarar. Está acusado de un delito de lesiones y otro de atentado a la autoridad por presuntamente dar una paliza a A. Vega, quien lo ha denunciado. Por su parte, el Colegio de Médicos de Baleares y el IB-Salut han anunciado que se personarán como acusación.
La víctima se queja de que se sintió muy solo y nadie le socorrió. Cuenta que en su consulta no hay botón del pánico y, aunque llamó al 112, los servicios de emergencias tardaron media hora en acudir al centro. La Guardia Civil de Santa Margarita se presentó con la Policía Local rápidamente pero cuando los agresores ya se habían ido. Vega reclama que se contrate a personal de seguridad, ya que «no es la primera vez que sufren una agresión en Muro.
Para Simebal, es «un milagro» que no sucedan más agresiones y afirma que, si no pasa más, es porque los médicos tienen la «increíble habilidad para evitarlo, muchas veces dejándonos pisar». Exige a la Administración la reevaluación de recursos que prevengan y eviten este delito, así como mejoras en las medidas de prevención pasiva y activa, y la puesta en marcha de campañas de sensibilización a la población contra esta «creciente lacra».
Simebal alerta de que las agresiones a profesionales sanitarios son un «fenómeno iceberg», ya que la parte que se manifiesta es mucho menor a las agresiones no denunciadas. Por eso pide que, ante cualquier maltrato recibido, se ponga en conocimiento y será entonces «cuando conoceremos la dimensión real de un problema cada vez más creciente», afirma.
FUENTES: elmundo.es