Finalizada la huelga médica en Portugal, que ha tenido lugar durante los días 8 a 10 de mayo, las organizaciones convocantes (Federación Nacional de los Médicos FNAM, y Sindicato Independiente de Médicos SIM) han emitido un comunicado conjunto en el que agradecen la masiva participación de los médicos (que cifran en el 85%, con muchos centros que han alcanzado el 100%), por la que se sienten “admirados”.
El paro fue convocado para protestar por la «decadencia acelerada» de los servicios médicos públicos, y también para exigir soluciones a cuestiones profesionales que nos tocan muy cerca a los médicos españoles.
Ambos sindicatos demandan la limitación del trabajo a 150 horas extras anuales con un máximo de 12 consecutivas por semana en urgencias -en lugar de las 24 actuales-, así como la reducción del número de pacientes por médico de 1.900 a 1.500 para garantizar la «accesibilidad y calidad» de los cuidados. Asimismo, piden al Gobierno establecer mesas de negociación para fijar las subidas salariales que se acordaron en 2012 y abrir concursos para especializaciones en un plazo máximo de dos meses.
Curiosamente, el ministro de Salud luso ha asegurado a los medios que los médicos «tienen razón» en la mayor parte de sus reivindicaciones, aunque se remite al corsé impuesto por la UE (Portugal ha sido objeto de un rescate financiero por Bruselas) para justificar su escaso margen de maniobra a la hora de satisfacer las demandas que implican un coste económico.
FUENTES: CESM
