- El Sindicato Médico de Castilla La Mancha CESM – CLM, considera prioritario que se implanten medidas de prevención urgentes que consigan evitar las agresiones contra los Facultativos en Castilla La Mancha.
Comunicado de CESM-CLM
Desde el Sindicato Médico de Castilla la Mancha CESM – CLM, sindicato mayoritario de los Médicos de Castilla la Mancha, manifestamos nuestra más enérgica condena ante la brutal agresión sufrida por nuestro compañero en el Centro de Salud de Camarena, en la provincia de Toledo, cuando realizaba su labor asistencial.
Exigimos a la administración por enésima vez que ponga de manera urgente en marcha el Plan General de Prevención de Riesgos Laborales frente a las agresiones, con sus protocolos de actuaciones correspondientes y que éste Plan esté dotado presupuestariamente para implementar los recursos materiales (botón del pánico, cámaras, habitación del pánico… etc.) y humanos (vigilantes de seguridad), necesarios para garantizar la integridad física de los facultativos.
Igualmente exigimos que el SESCAM se persone como acusación en todos y cada uno de los casos de agresiones tanto verbales como amenazas y físicas.
El Sindicato Médico desde el momento en que ha conocido tan lamentable hecho se ha puesto a disposición del compañero agredido y sus familiares para resolver las distintas demandas que puedan precisar.
Desde el Sindicato Médico exigimos la convocatoria urgente del Comité de Seguridad y Salud del SESCAM, así como la del Observatorio frente a las agresiones, para adoptar medidas urgentes que den una protección real y eficaz a nuestros profesionales, evitando que estas agresiones vuelvan a ocurrir.
El sindicato convoca a todo el personal sanitario a una concentración de 10 minutos en la puerta de todos los centros de salud y hospitales el martes día 19 de junio a las 13 horas en repulsa por la brutal agresión sufrida por el compañero.
Apoyo de la Confederación
La Confederación en pleno apoya la iniciativa de CESM-Castilla La Mancha y se solidariza con el médico agredido y sus familiares. Actos como éste merecen ser castigados ejemplarmente y servir de recordatorio inexcusable de que han de aplicarse todas las medidas preventivas posibles y no bajar la guardia ante la posibilidad de que hechos tan lamentables se repitan.
