Tras la marcha el pasado mes de marzo de Ileana Antón, la única neuropediatra con la que contaba la sanidad pública en Ibiza, y una de las voces más críticas contra el decreto que obliga a los médicos a aprender catalán en Baleares, la isla todavía no ha logrado solucionar el problema. En estos momentos son los pediatras de Ibiza los que, según el caso, se van haciendo con los niños con problemas neurológicos, con epilepsia, con retraso mental, con déficit de atención, con parálisis cerebral o problemas de desarrollo en función de su formación. El Sindicato Médico advierte de que la situación de Pediatría es especialmente grave, ya que aunque de los siete pediatras de plantilla ahora quedan seis, cuando para una población de 150.000 habitantes debería haber por lo menos diez.
FUENTES: elmundo.es