CESM expresa su más profundo rechazo a la medida planteada por las Administraciones sanitarias en distintas Comunidades con la que se pretende contratar médicos sin especialidad sobre plazas de Medicina Familiar y Comunitaria y Pediatría de Atención Primaria.
El solo planteamiento de esta posibilidad por parte de una Administración que, desde 1995, exige tener la especialidad vía MIR para poder ejercer en el Sistema Nacional de Salud, dice mucho de la falta de conocimiento, previsión e intención de solucionar la situación actual que vive la Atención Primaria. Demuestra, además, el poco interés en mantener y asegurar la excelencia en Calidad Asistencial a la población que nos caracteriza frente a otros muchos países europeos.
Otras consecuencias, y muy graves, que se pueden generar por una decisión de esa envergadura son: desmotivación de los médicos en formación MIR, generación de contratos precarios, desequilibrio entre especialistas egresados y plazas por estar cubiertas por no homologados.
Hay soluciones que los profesionales llevamos años planteando, de aplicación inmediata y que solucionarían en gran medida el problema: contratos más estables, incentivación para cubrir puestos de difícil cobertura, oferta de contratos en distinto horario con remuneración adecuada… Medidas todas ellas que llevan un gasto que siempre será menor a las consecuencias que, sobre la salud de los ciudadanos, pueda provoca esta desafortunada y grave medida planteada por la Administración.