Hoy 12 de abril es el Día de la Atención Primaria y este año más que ningún otro desde el Foro de médicos de AP queremos aplaudir la labor realizada por todos nuestros compañeros médicos de Familia, pediatras de AP y resto de profesionales de la AP en todo el Sistema Nacional de Salud desde el inicio de la pandemia por Covid y que continúan a día de hoy completamente volcados en la gestión de la misma desde el lugar que les corresponde: el eje del sistema sanitario y el nivel asistencial de referencia para las personas que precisan de atención médica —tanto en la atención de patología COVID como en el seguimiento de pacientes crónicos y el abordaje de problemas agudos de salud individuales y comunitarios.
Si algo ha quedado patente durante todo este tiempo es la capacidad de adaptación y el trabajo en equipo que es capaz de desarrollar la Atención Primaria de nuestro SNS, pese a los escasos recursos humanos, estructurales y de autogestión con los que cuenta y cuya mejora viene reivindicando históricamente.
Pero lo más importante es destacar el gran potencial que tiene este primer nivel asistencial para gestionar cualquier reto o hecho extraordinario, como lo está siendo actualmente con la pandemia y la gran especialización en el seguimiento de esos problemas derivados de la dependencia y sus secuelas sociosanitarias siempre que se encontrase suficientemente dotado de los medios necesarios.
Desde el Foro de Médicos de Atención Primaria, en representación de todos los médicos de este nivel, consideramos que este es el momento culmen y definitivo para que la Administración invierta, desarrolle y potencie al máximo este diamante en bruto que, pese a todo y gracias a un enorme sobreesfuerzo de sus profesionales, ha sido capaz de lidiar una pandemia en el siglo XXI con las herramientas del siglo XX.
Si de verdad hay voluntad de situar a la Atención Primaria en el sitio que merece, es esencial:
- Recuperar competencias perdidas y dotarla de capacidad de promoción de la salud y prevención de la enfermedad a nivel comunitario que repercutirá en la sociedad del futuro. Una de las asignaturas pendientes que tenemos como sociedad es la atención a los problemas sociosanitarios de una población cada vez más mayor, con más tendencia a la cronicidad y más dependiente.
- Adquirir la capacidad de gestión de nuestro trabajo diario y del acceso total a las herramientas y recursos sanitarios.
- Tener un adecuado dimensionamiento, con unos cupos de población adecuados y unos recursos humanos que permitan un plan de respuesta temprana ante -por ejemplo- la aparición de eventos sanitarios críticos como puedan ser picos pandémicos de la pandemia de COVID-19 o cualquier otro evento que pueda surgir.
- Implantar nuevos sistemas de gestión, bajo Direcciones Médicas de AP en las que participen los profesionales.
- Disminución radical de la burocracia en las consultas, potenciando aquellas fórmulas de trabajo que han demostrado su valía durante la pandemia, como la telemedicina, la asistencia telefónica, la gestión de la receta electrónica, la informatización de la IT, la comunicación más directa con otros niveles asistenciales…
- Todo ello con el objetivo de conseguir un aumento de los tiempos asistenciales en consulta para una asistencia de calidad y un enriquecimiento de la relación médico- paciente son medidas básicas a tomar para enriquecer y sacar todo el potencial a la Atención Primaria como base para la mejora de la salud futura.
Finalmente, quisiéramos destacar el papel de las especialidades médicas de Atención Primaria con la creación de un área de competencias en Medicina de Familia y la definición de competencias específicas de Pediatría de AP en la formación de pregrado, adecuando los criterios de acceso a la docencia universitaria a la realidad de la Atención Primaria. Esto debe ser una medida urgente a tomar de cara al sostenimiento y mejora de este nivel asistencial, que debe a su vez de ir acompañado del acceso de los profesionales de AP a las actividades formativas y a la promoción de la investigación, teniendo en cuenta las características propias de dicho nivel asistencial para asegurar así la mejora de la calidad asistencial, la actualización continua y el avance acorde con los tiempos y las diferentes necesidades que puedan surgir.
Estamos en el momento clave para dirigirnos hacia una Atención Primaria de futuro, invirtiendo lo necesario para reforzarla, dotarla y potenciarla como nunca antes se ha hecho. Es un gran reto para todos, Administración y profesionales, pero sobre todo una verdadera necesidad para toda la población actual y futura.
¡Elevemos la Atención Primaria al lugar que se merece! La Atención Primaria te cuida. ¡Protégela!