Desde la Secretaría Técnica de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) queremos manifestar nuestro más sentido pésame a la familia, amigos y compañeros del médico residente de segundo año de Anestesiología fallecido la semana pasada.
En este sentido, no queremos dejar pasar esta desgracia sin que se produzca una profunda reflexión acerca de la situación en la que los profesionales sanitarios están ejerciendo su labor asistencial. Consideraríamos injusto e inhumano creer que estos funestos hechos son fruto de la casualidad sin investigar las verdaderas razones que los pueden provocar.
Desde Salud Laboral queremos evidenciar que el profundo deterioro de la Sanidad Española, agudizado durante esta pandemia, está suponiendo un coste enorme en la salud de todos los ciudadanos pero más aún en la salud de los trabajadores sanitarios.
Las leyes españolas, la Constitución y la Ley de Prevención de Riesgos Laborales entre otras, establecen el derecho de los ciudadanos a la salud, más concretamente a la Salud Laboral. Este derecho a que el trabajo no suponga un riesgo para la integridad física y mental de los trabajadores implica la obligación de la administración, en nuestro caso de los Servicios de Salud, de proteger la salud de sus profesionales.
Pero, lamentablemente, los Servicios de Salud incumplen de forma generalizada su obligación de velar por la salud de sus trabajadores. Prueba palpable de ello ha sido la desprotección de los sanitarios durante la actual pandemia y el hecho objetivo de que España figura entre los países con los mayores índices de trabajadores contagiados de todo el mundo.
Todos los días son noticia las listas de espera sanitarias, las agresiones a profesionales de la salud, las quejas y reclamaciones de los pacientes, las sobrecargas asistenciales e incluso las amenazas, acusaciones y descalificaciones a los profesionales sanitarios vertidas por ciudadanos, políticos o gestores sanitarios. Todo ello como muestra de que, de forma habitual, se designa al sanitario como el culpable del mal funcionamiento del sistema nacional de salud. Esto es como acusar a un piloto de F1 de ser un inútil porque no gana carreras cuando su coche no corre porque le falla el motor y tiene las ruedas pinchadas.
El profesional sanitario no solo no es el culpable de las carencias del Sistema Nacional de Salud, sino que tiene que soportar y padecer en su salud las consecuencias de las mismas.
Los Servicios de Salud han soportado esas carencias gracias a la entrega misionera de sus profesionales, que han dado hasta su vida para tratar de asistir lo mejor posible a sus pacientes. Pero eso tiene un límite, y la actual pandemia lo ha sobrepasado.
Necesidad de medidas urgentes
Desde CESM recordamos que los Servicios de Salud no pueden ni deben seguir incumpliendo sus obligaciones para proteger la salud de sus trabajadores. Es urgente que evalúen los puestos de trabajo de cada trabajador, incluyendo la evaluación de riesgos psicosociales (las sobrecargas, la mala organización, las largas jornadas, etc….) y adopten las medidas necesarias para proteger a los sanitarios de esos riesgos.
De igual manera, es obligación de los Servicios de Salud vigilar el estado de salud de sus profesionales, vigilancia de la salud que es obligatoria cuando el puesto de trabajo puede ocasionar enfermedades profesionales o el estado de salud del profesional suponer un riesgo para terceros. Ambas circunstancias se dan en esta pandemia, sin que los Servicios de Salud hayan evaluado todos y cada uno de los puestos de trabajo y hayan realizado la vigilancia de la salud de todos sus trabajadores.
La ciencia determina que trabajar en la situación actual es causa de graves enfermedades, entre ellas destacan las patologías mentales (estrés, ansiedad, depresión, etc…) que están padeciendo muchos profesionales sanitarios, y que desgraciadamente pueden acabar en fallecimiento.
Es por todo esto que desde el Sindicato Médico CESM queremos denunciar la situación de desprotección y abandono de la salud de los profesionales, y exigir a las autoridades competentes que adopten medidas urgentes para obligar a los Servicios de salud a cumplir con su obligación y proteger la salud de sus trabajadores.
«No es justificable ni se puede consentir que las Administraciones incumplan la legalidad y abandonen la protección de la salud de sus trabajadores»
En un Estado de Derecho el cumplimiento de la legalidad es un pilar para el buen funcionamiento del mismo y la mayor garantía para sus ciudadanos del verdadero valor de una Democracia, por lo que no es justificable ni se puede consentir ni un día más que sean las Administraciones Públicas (representadas en este caso por sus Servicios de Salud) los que incumplan la legalidad de forma impune y abandonen la protección de la salud de sus trabajadores con las funestas consecuencias que hoy lamentamos y denunciamos.
Por todo lo anterior, desde CESM esperamos y confiamos que hechos como este no caigan en saco roto y sean motor de una profunda reflexión de las causas que los originan y de la necesidad urgente de adoptar medidas preventivas que impidan tan fatales desenlaces.