La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos en Galicia (CESM) replica al conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, que cuando reclama mejoras laborales para los facultativos se refiere a que los profesionales tengan agendas limitadas; un tiempo mínimo de 10 minutos para cada paciente; guardias asumibles y no de hasta 24 horas -que entrañan un riesgo para el médico y también para el usuario-, y que puedan conciliar su vida profesional con su vida personal y familiar.
El Sindicato Médico incide en que cuando habla de mejoras laborales, habla de acabar con que los médicos de Familia y los pediatras en Atención Primaria tengan que ver hasta 50 pacientes al día y puedan dedicarles el mínimo tiempo que requieran; que no tengan que doblarse turnos, ni alargar jornadas, ni hacer guardias de 24 horas.
Hay que destacar que hay más médicos de Familia de lo que parece, pero el problema es que no eligen la Atención Primaria porque no resulta atractiva, se van o eligen otros trabajos (urgencias hospitalarias, hospitalización a domicilio -HADO-…).
Cuando hablamos de mejoras laborales -prosiguen- hablamos de que esta situación no puede sostenerse más tiempo, primero por la propia salud de los facultativos, pero también porque unas condiciones de trabajo así más que atraer a los profesionales lo que consiguen es un rechazo que los lleva a otras especialidades, a la sanidad privada e incluso a otras comunidades autónomas.
CESM explica que esta situación que venimos arrastrando desde hace años ha provocado que el síndrome de burnout (agotamiento, estrés y desmotivación por sobrecarga de trabajo) se extienda como la pólvora entre los facultativos, sobre todo en Atención Primaria, pero también en Hospitalaria y Urgencias.
Añade que en los últimos 5 años se ha duplicado el número de médicos atendidos en el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), lo que nos da una idea de cuál es la situación real de la Sanidad Pública, por lo que esas mejoras laborales -reiteran- son imprescindibles y urgentes.
La Central Sindical también expone que convertir en estructurales las 220 nuevas plazas, cubiertas hoy con contratos, no supone un incremento real de
personal, no supone incorporar a nuevos facultativos de forma real puesto que, como ya indicaba el propio García Comesaña, lo que se hace es estabilizar a ese personal que ya está trabajando.
Aclara que, aunque la pandemia remitió, la demanda sanitaria por parte de los ciudadanos no deja de aumentar en términos generales (hasta un 25% más), y frente a esta situación, nos encontramos con que el número de jubilaciones tampoco deja de crecer año tras año, a pesar de las posibilidades que el SERGAS ofrece para seguir en activo llegada la edad de retiro.
El Sindicato Médico de Galicia reconoce algunos esfuerzos por parte de la Consellería de Sanidade a raíz del conflicto sanitario vivido la pasada primavera, pero entiende que hay que continuar trabajando intensamente para mejorar las condiciones laborales de los facultativos.
CESM Galicia concluye subrayando que, si conseguimos hacer la Atención Primaria más atractiva, seguramente la falta de médicos no sería uno de los principales problemas de la Sanidad Pública en Galicia.
