«Es imprescindible conseguir una regulación específica y diferenciada de nuestra profesión»

XIV Congreso Confederal celebrado en Murcia

Tomás Toranzo durante la ponencia.

La tercera ponencia del XIV Congreso Confederal de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) celebrada en Murcia los días 24 y 25 de mayo estuvo dedicada a la clasificación profesional, competencias y responsabilidades profesionales, y la exposición corrió a cargo del ya expresidente de CESM, Tomás Toranzo, pese a que la presentación estaba preparada junto a la secretaria general de CESM Aragón, Mercedes Ortín, que finalmente no pudo acudir.

Según explicaba Toranzo, la polémica con este tema se había desatado tras la petición de Enfermería de encuadrarse en el Grupo A1, lo que resultaría incompatible por la especificidad de formación y competencias del médico, que necesitaría entonces un A1+ o algo más que lo diferencie. «El problema que tenemos es que hay una LOPS que define unas competencias y un funciones, hay un EBEP que asigna competencias en función de responsabilidades, y si nos conformamos con el grupo A1 sabemos que necesitamos un marco de regulación específico para toda la profesión para que no se nos encorsete. La negociación que estamos haciendo en el Ámbito es reivindicar una regulación específica no solo del grupo de clasificación, sino de reforzar el papel del liderazgo del médico en todo el proceso asistencial», señalaba.

Para Toranzo, la amenaza más visible, y que parte del ministerio, es que quieren avanzar en competencias a otras profesiones, y eso supone atribuirles competencias inherentes a los médicos, como la salud de los ciudadanos, que no se pueden derivar a otros profesionales porque resulte más barato. «Cuando se habla de la especialización enfermera no es más que profundizar en el conocimiento de las propias competencias y no asumir nuevas, y todos esos debates habrá que ver cómo se enfocan. Tenemos que saber dónde estamos, porque no es solo un cambio de nombre del grupo. Debemos saber cómo defenderlo, porque el MECES nivel máster es un argumento más pero no el único. Son la responsabilidad, las funciones, el tutelaje y la formación, el liderazgo dentro de nuestras competencias», argumentaba.

En su exposición recordaba que la regulación laboral del médico y otros facultativos en el SNS a través de lo previsto en el actual Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud no es el más adecuado para resolver las necesidades organizativas del propio sistema, para estimular y favorecer el desarrollo y la motivación de su personal, ni para facilitar el trabajo en equipo, esencial en organizaciones tan complejas como son las organizaciones sanitarias y la exigencia que tienen de mantener permanente y constantemente en funcionamiento sus distintos centros y servicios asistenciales.

Hay normativa, pero CESM exige un estatuto específico

Los criterios para la clasificación del personal estatutario, basados en las funciones a desarrollar, en los niveles de titulación, en las competencias y, por tanto, en las responsabilidades de cada una de las profesiones sanitarias, deriva directamente de lo previsto en el Real Decreto Legislativo 5/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público.

En cuanto al nivel de titulación, la de médico, junto con otras profesiones es grado con nivel máster, lo que se corresponde con nivel 3 del Marco Español de Cualificaciones para la Educación Superior (MECES) y al nivel 7 de Marco Europeo de Cualificaciones (EQF).

«Además de esta sustancial diferencia de cualificación profesional, las competencias y responsabilidades que le atribuye a nuestra profesión la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias y la responsabilidad que ello conlleva, justifica sobradamente la necesidad su encuadramiento en un nivel específico y diferenciado de otras profesiones con menor nivel de exigencia competencial», lamentaba Toranzo.

En este sentido, la tendencia a trasladar competencias exclusivas de la profesión médica a otras profesiones sanitarias, justifican la necesidad de impulsar acciones legislativas que definan, ordenen, regulen y garanticen su ejercicio en el seno de la profesión médica en beneficio de los pacientes. Es necesario garantizar el liderazgo médico en todo el proceso asistencial en el SNS, facilitando a la vez el trabajo en equipo.

Por último, el expresidente de CESM insistía en que «es imprescindible conseguir una regulación específica y diferenciada de nuestra profesión, un estatuto del personal médico del SNS, que recoja todas nuestras peculiaridades, desde los sistemas de clasificación a los de selección y provisión/movilidad, así como a la regulación de la jornada y demás aspectos laborales, pasando por el sistema retributivo, motivación y reconocimiento, carrera y desarrollo profesional, así como sistema de jubilación y que permita, todo ello, una coexistencia armónica con otras profesiones sanitarias y reducir las rigideces que actualmente padece nuestro sistema sanitario».

Tomás Toranzo durante su exposición.
Tomás Toranzo durante su exposición. Foto CESM.
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