
La última mesa de la Primera Jornada Nacional de Salud Laboral organizada por la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) en el Colegio Oficial de Médicos de Alicante contó con diferentes expertos del ámbito legal respecto a las acciones sobre Salud Laboral. Bajo el título «La Prevención de Riesgos Laborales en la Sanidad. Incidencia en el personal facultativo como empleados públicos. Concurrencia y prelación de derechos. Acciones legales» y moderada por el secretario técnico jurídico de CESM, Guillermo Llago, contó con la participación de María Cruz Torres, asesora jurídica de CESM Comunidad Valenciana; Eusebio Ortiz, inspector de Trabajo y Joaquín Andani, médico de Trabajo de la Dirección General de la Conselleria de Sanitat de la Comunitat Valenciana.
Tras una breve introducción Llago dio la palabra a María Cruz Torres, quien señalaba la escasa evaluación que existe de la salud laboral y que los médicos tienen una «visión de vuestra profesión que a veces no es real, porque en ocasiones me pedís cosas que no son jurídicas, son competencia de Salud Laboral. No tendríamos que llegar al cauce legal para defenderos, la propia Administración debería tomar esas medidas que reclamáis, lo que pasa es que cuando hemos recurrido a la Inspección de Trabajo, es lenta y laxa, hace bonitas recomendaciones pero nada más», explicaba.
Por su experiencia, Torres añadía que otro problema son las administraciones, que suelen alegar que lo hacen todo perfecto pero cuando se coge el protocolo se observa que hay una valoración genérica pero no una concreta de cada facultativo, y no todos los trabajadores tienen las mismas circunstancias; todo forma parte de la salud laboral de cada uno, pero cada uno lo lleva de una manera diferente.
«Sobre cómo hay que trabajar, vosotros tenéis que cambiarlo y nosotros combatirlo. Es verdad que legislativamente hemos evolucionado, pero poco. Al menos hay dos sentencias -una del Tribunal Supremo sancionando al SERGAS por sobrecarga de trabajo en Primaria y vulneración de Riesgos Laborales y otra anterior que sanciona al Servicio Aragonés se Salud-. Empecemos a combatirlo, a exigirlo, porque si no, no vamos a avanzar y la población sanitaria cada vez está más agotada», lamentaba.
Por su parte, Eusebio Ortiz quiso hacer hincapié en dos ideas concretas, como son el reparto de papeles y las competencias y el concepto indeterminado de una «protección eficaz». Así, recordaba que la competencia en Salud Laboral es de Trabajo, aunque haya otros agentes con funciones muy importantes. «Los delegados no supervisan, pueden estar muy atentos y cuando crean que algo vulnera sus derechos, actuar. Yo lamento que crean que acudir a la Inspección es perder el tiempo, porque no lo es. Aunque no tengan una resolución favorable a sus intereses, irán abriendo camino, se podrá ir a los tribunales y llegarán más fuertes al juzgado, porque la interpretación jurídica de la norma corresponde a los tribunales», aclaraba.
Ortiz reconocía que la Inspección no es demasiado rápida, pero que actúa preventivamente también cuando hay campañas y reactivamente ante las denuncias, que atienden a una situación concreta denunciada y que raramente responden a una única causa, ya que suelen estar muy relacionadas –burnout, carga de trabajo, todo tipo de violencia, etc-.
El inspector de Trabajo explicaba que cuando se hace una inspección, si es en una empresa privada, los resultados suelen ser una sanción económica -desde 49.180 euros las muy graves-, por lo que la Administración pública es un empresario como otro cualquiera y no debería tener trato de favor sino regir el principio de igualdad.
Ortiz recordaba que la inspección tiene un indudable papel en la fiscalización y la vigilancia que debe ejercerse a tenor de las normas, y cuando no están clara, acudir a la interpretación de lo judicial, y lanzaba una pregunta a los presentes: «Tanto que se ha hablado de brechas últimamente, ¿por qué no hablan ustedes de esta? De la brecha de descanso y de salud que afecta a los médicos», planteaba.
En la mesa también participó Joaquín Andani, que centró su exposición en tres ideas; la reciente reforma organizativa del sistema valenciano de salud respecto a la prevención de riesgos laborales -«si es una serie por capítulos estamos en la primera temporada»-, las evidencias de la incapacidad temporal en el personal sanitario con datos preocupantes en médicos y los grandes retos sanitarios en la prevención, porque «no estamos hablando del papel que debe tener el médico aquí».
Respecto a la reforma organizativa, Andani señaló que se había llevado a cabo la descentralización de la gestión de la prevención en departamentos de salud y agrupaciones sanitarias interdepartamentales, la creación de unidades departamentales de prevención de riesgos laborales con dependencia orgánica de la gerencia pero funcional de la dirección médica y la integración en las agrupaciones sanitarias interdepartamentales. Además, recordó la importancia de contar con la Inteligencia Artificial en los procesos de prevención porque «no hay suficientes humanos para atender la demanda».
«El médico es un colectivo machacado»
Explicando su trayectoria en auditoría, Andani admitió que lo más difícil era el análisis de los resultados en salud, que no se aborda por la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que como mucho entra en proceso pero no en resultado. «El absentismo por incapacidad temporal en personal sanitario es el doble que en población general, lo que supone que en un sector que presumiblemente no tiene el factor de confusión económico -como tiene la población-, refleja la gravedad de la situación. En médicos es del 4%, y todos sabemos que el médico no es tendente a solicitar la baja, por lo que es un colectivo machacado, esto refleja ya un drama», lamentaba. Además, respecto a Salud Mental, de 10 diagnósticos, 4 corresponden a problemas de esta índole (ansiedad, trastornos adaptativos, trastornos de ánimo o depresión-.
«Creo que en Salud Laboral, además de lo que se está haciendo y más allá de lo técnico, creo que hay que prevenir la enfermedad, tratarla y rehabilitarla. Admitir que es un problema profesional, estructural y no coyuntural«, recordaba al hablar de agrupar problemas y ver que son comunes a los profesionales.
Respecto a los grandes retos, el responsable valenciano mencionaba las adaptaciones o cambios de puestos de trabajo, las exenciones de guardias médicas, las prolongaciones en el servicio activo o el preocupante tema de las agresiones.
Por último, Guillermo Llago resumía la conclusión fundamental de la mesa, que era la necesidad de denunciar, de «hacer camino» para poner negro sobre blanco lo que está ocurriendo en muchos sitios, porque las actas de inspección sí tienen presunción de veracidad. Ejemplos de ello son las denuncias que se llevaron a cabo de los cuartos de descanso para los residentes que se iniciaron en la Comunidad Valenciana.
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