La declaración de las Fallas valencianas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad ha contagiado de entusiasmo a quienes pretenden un fin semejante con la relación entre el médico y el paciente. Es el caso, por ejemplo, de Patricio Martínez, presidente de honor de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM).
Y es que desde hace meses está sobre la mesa de la profesión médica el proyecto que pretende que esta relación sea también declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, aunque todavía en un estadio muy inicial. En conversación con REDACCIÓN MÉDICA, Martínez admite que el reconocimiento a la fiesta típica valenciana les anima «a tirar para adelante» y le concede mayor esperanza en que los miembros del Foro de la Profesión Médica, donde presentó el borrador del proyecto, le den contenido al mismo.
De hecho, actualmente se está intentando convencer a los que serán miembros del Comité de Expertos, los encargados de presentar un texto enriquecido por su valía científica y académica, aunque todavía no hay ninguno confirmado. «Yo estoy animado, creo que al final lo conseguiremos. Además del punto de vista médico, la relación desde el punto de vista social es clave, el enfermo es el centro de gravedad del sistema asistencial y del Sistema Nacional de Salud (SNS). Es de justicia que se reconozca esta situación», ha señalado el presidente honorífico de CESM. (…)
Fuentes: REDACCIÓN MÉDICA, 02-12-2016