Baleares afronta un serio problema para captar los médicos que necesita. El alto coste de la vida ligado a la insularidad, la desmesurada subida de los alquileres y la exigencia del catalán están provocando que «encontrar médicos para trabajar en las islas pequeñas sea dramático», según denuncia en el diario ELMUNDO el Sindicato Médicos de Baleares (SIMEBAL), que alerta de que el problema del alquiler vacacional se está extendiendo a Mallorca y, en un par de años, «seguro que llegará a Menorca».
Para fidelizar a los profesionales sanitarios, el Govern acaba de aprobar un plus de hasta 1.000 euros al mes para quienes trabajen en Formentera mientras desarrolla entre tumbos la ley de alquiler vacacional y concede plazos extraordinarios para aprender el catalán. El Servicio de Salud balear (IB-Salut) empezará a pagar este complemento específico a todo el personal de gestión y servicios que trabaja en Formentera con efecto retroactivo a 1 de enero de 2017. Este complemento consta de una cantidad fija (distinta según la categoría profesional) y otra variable, por la que recibirán entre 14,79 euros y 30,04 euros por cada año que hayan trabajado desde 2007. En el caso de los médicos (grupo A1) supondrá un incremento mensual de la nómina de 1.000 euros cada mes.
El portavoz de SIMEBAL en Menorca, Claudio Triay, advierte de que también «en Ibiza es imposible alquilar un piso por menos de 1.200 o 1.500 euros al mes, en Mallorca se están acabando los precios asequibles y en Menorca no quedan apartamentos para alquilar en agosto, cuando se duplica la población por el turismo». (…) Reivindica que el Govern descongele el plus de fidelización para compensar los gastos y hacer «más atractivas» Menorca, Ibiza y Formentera.
Fuentes: EL MUNDO, 17-04-2017 (pág. 6 de la edición impresa)
