Según han explicado desde AMYTS, el SUMMA 112 ha vivido un nuevo fin de semana caótico, lo que ya se ha convertido en un problema crónico. La saturación, la sobrecarga para los profesionales y las unidades aparcadas por ausencia de personal han estado presentes (una vez más) tanto el sábado como el domingo.
Ejemplo de ello es lo que se ha visto este sábado donde prácticamente la mitad de las Unidades de Atención Domiciliaria (UAD) no estuvieron operativas. Compuestas por un conductor y un médico, de los 38 dispositivos de urgencias domiciliarias que tiene el SUMMA 112, más de 15 no salieron a la carretera por falta de personal médico.
A ello hay que sumarle que las unidades que sí estuvieron operativas tuvieron que soportar una carga asistencial excesiva, así como recorrer varios kilómetros de distancia para llegar al aviso. En total, las UADs tuvieron que atender el sábado más de 300 avisos y el domingo casi 400.
Las cifras suponen una media de 15 avisos domiciliarios por vehículo, un ritmo que dispara las esperas para los pacientes y un cansancio extra para unos profesionales que ya están al límite.
“Además, esto provoca que otros recursos de emergencias como los Vehículos de Intervención Rápida (VIR) o las Unidades Móviles de Emergencia (UME) tengan que ser activados para atender
casos por agravamiento o insistencia y reclamaciones de los usuarios”, añade la presidenta del sector del SUMMA 112 de AMYTS, Belén Catalán.
Centros colapsados
Lo sucedido con las UADs no es el único agujero que se ha vivido este fin de semana en el SUMMA 112. Los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) continúan con sábados y domingos completamente colapsados, pese a la insistencia de AMYTS para solucionar esta problemática.
Estos centros que abren de lunes a viernes de 20:30 horas a 08:30 horas tienen una media de 800 pacientes entre semana. Sin embargo, su apertura las 24 horas los sábados y domingos multiplica la
atención médica. Sin ir más lejos, este domingo se han atendido a más de 5.300 pacientes entre los 38 SUAPs que hay en la Comunidad de Madrid.
“En los SUAPs la demanda es interminable, con demoras de cuatro o cinco horas, enfados y gritos por parte de los usuarios. Esto conlleva también un aumento de los riesgos psicosociales para los médicos y resto de profesionales”, denuncia la doctora Catalán.
El volumen de trabajo -teniendo en cuenta que es mayor o menor según el centro- es asumido en gran parte de las ocasiones por un único profesional médico. Así, se dan casos como que un médico tenga que atender a más de 100 pacientes en 12 horas; llegando a darse situaciones donde el profesional apenas tiene 20 minutos para comer y como pronto a las cinco de la tarde.
Los testimonios en estos centros (los cuales AMYTS puede facilitar si fuesen necesario) son el ejemplo del cansancio laboral que hay en el SUMMA 112. “Los médicos no quieren venir a trabajar al SUMMA 112”, sentencia la presidenta del sector del SUMMA 112 de AMYTS ante las pésimas condiciones laborales que ofrece la Gerencia a sus trabajadores.
Además, este fin de semana el SUMMA 112 ha dejado inoperativa una UVI móvil (al igual que sucedió hace siete días, tal y como denunció AMYTS), un puesto en el Servicio de Coordinación de Urgencias y un Vehículo de Intervención Rápida (VIR).
El sindicato más representativo del colectivo médico en Madrid denuncia las prácticas que se han convertido en habituales en el SUMMA 112 semana tras semana donde la falta de médicos obliga a la
Gerencia a movilizar hacia los SUAPs (que no pueden cerrarse) a los profesionales ubicados en dispositivos como las Unidades de Atención Domiciliaria.
Desde AMYTS volvemos a alertar de cómo la falta de médicos está afectando a la atención de los madrileños, especialmente, los fines de semana, festivos y puentes. “Es necesario que se contraten a más médicos los fines de semana y que se mejoren las condiciones laborales de los profesionales, de esta forma no sería tan difícil”, concluye la doctora Catalán.
