A día de hoy, dentro del Servicio Murciano de Salud, la Gerencia del 061 incluye a los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), Unidades Medicalizadas de Emergencias (UME) y Centro Coordinador de Urgencias (CCU), hasta que no se decida otra disposición.
Es difícil hacerse hueco entre distintas instituciones sanitarias, entre las nueve áreas de salud de la Región de Murcia e incluso entre los propios procedimientos y protocolos de esta pandemia para que nos ubiquen con el nombre adecuado y bajo la gerencia que nos abarca.
Es complicado hacernos oír y estar presente en los medios como otros dispositivos asistenciales sanitarios. Somos pocos, trabajamos las horas y los días que a casi nadie le gustan, doblamos turnos con frecuencia, entramos a los lugares de mayor riesgo y estamos expuestos a la climatología. Tenemos el tiempo justo para descansar y para prestar atención a nuestros familiares, a los que no queremos contagiar porque somos un colectivo muy afectado por estos contagios, producto de nuestra propia actividad asistencial y por desempeñar nuestro trabajo en instalaciones inadecuadas, como en el caso del CCU, que tanto ha sido reivindicado por los propios trabajadores. Desde aquí, nuestros mejores deseos de pronta recuperación a los compañeros.
CCU, UME y SUAP somos el punto de apoyo que saca adelante la atención continuada de los centros de salud, servicios de cuidados paliativos y otras prestaciones con horario de oficina (incluso en él también nos requieren). Si alguien se atreve a estar sin nosotros que levante la mano y nos haga a un lado para, a continuación, ver la reacción del resto de servicios en nuestra ausencia. Somos los “no name”, de los no se habla ni nombra pero sin los que no se puede estar y de los que todos se sirven y abastecen.
Nuestro número de avisos se triplica respecto a los avisos anuales de los centros de salud en condiciones normales y ya somos un gran dique de contención para que no todas las asistencias lleguen al hospital ni a los centros de salud. También diríamos que somos un cajón de sastre, en el que se mete todo lo que el sistema sanitario no puede absorber por distintos motivos, algunos vergonzosos. Sólo unos grandes profesionales pueden hacer esto. Son los elegidos, adoptando su mayor visión del sistema sanitario desde el CCU, están hechos de otra pasta.
Si ya somos el gran dique de contención, ahora lo seguimos siendo en silencio. No hemos tenido tiempo de hablar, ni de parar. De hecho, estas palabras siguen saliendo de restar horas de sueño y de disfrutar de la vida familiar. Estas líneas encuentran su sentido en querer sacar a la luz, visceralmente, el trabajo de mis compañeros.
Desde el principio de la pandemia hemos hecho de contención con el único equipo de protección individual (EPI) consistente en mascarilla quirúrgica y guantes en consulta y domicilios. Poco después, con la rápida adquisición de EPIS integrales, haciendo traslados en ambulancia, atendiendo paradas cardiorespiratorias y batiendo récord de llamadas telefónicas atendidas por el CCU/112.
Hemos tenido una dotación de EPI y de ambulancias asistenciales y no asistenciales para COVID con una constante reivindicación, que aún continua, para no bajar la guardia en nuestra protección y la de los ciudadanos, atendiendo la incertidumbre de los aislados en domicilio por el estado de alarma y los doblemente aislados por sospecha de enfermedad COVID19.
Vemos y escuchamos el drama de nuestros mayores en residencias y en domicilios en soledad, muchos de ellos sin cuidadores, lejanos a las nuevas tecnologías que conectan con todo el despliegue actual que hace el Servicio Murciano de Salud.
Los dependientes, los pacientes crónicos descompensados en domicilios, con miedo a acudir al hospital y al centro de salud, y los paliativos siguen su curso. Los niños en casa ahora nos requieren más que nunca. Los teléfonos de apoyo son insuficientes para la demanda que ha generado esta emergencia sanitaria. Hemos desarrollado todas estas tareas incluso con EPI que no cubren el riesgo biológico bien avanzada la pandemia y oponiéndonos a la desinfección de ellos para su reutilización (de ahí, el hecho de que no podamos bajar la guardia en las exigencias a nuestros superiores).
Hasta ahora, no hemos tenido tiempo para decir que CCU, UME y SUAP existimos sin incluirnos en las famosas Atención Primaria y Atención Hospitalaria, aunque desarrollemos nuestra actividad en conexión con ambos niveles e inmersos en el entorno de la comunidad donde están nuestros pacientes.
A nosotros, nos verás trabajando en un SUAP, en una UME, en el CCU. También nos encontrarás en un centro de salud para asistencia a adultos y niños o en un servicio de urgencias hospitalario. Somos polifacéticos con el desarrollo de la pluripotencialidad que caracteriza a la Medicina Familiar y Comunitaria y somos un rato autodidactas porque el ámbito de la emergencia requiere una formación específica.
Con frecuencia no aparecemos en los comunicados de prensa y estamos a la cola de las nuevas tecnologías, lo que nos hace mirar a la cara del paciente más que otros y dentro de su domicilio, que para nosotros es un lugar de privilegio que nos permite obtener la información y el conocimiento de primera mano.
Hace tiempo que pienso que somos la Atención Primaria en estado puro, sin adornos ni burocracia, en la casa del enfermo.
Somos 061, los trabajadores, más que nunca: CCU, UME y SUAP.
María Antonia López Fernández
Médica de SUAP y delegada del Sindicato Médico de la Región de Murcia CESM