La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) quiere manifestar su preocupación por cómo se está llevando a cabo el plan de vacunación frente a la COVID19 en las distintas comunidades autónomas, ya que aunque con datos muy desiguales, el porcentaje de administración en la gran mayoría de ellas se encuentra muy por debajo del 50%.
Desde que llegara la noticia de que se podría contar con la vacuna antes incluso de lo esperado, con gran repercusión social y actos de primeros vacunados que rozaban lo propagandístico por parte de la Administración, el ritmo de vacunación ha caído hasta situarse muy lejos de lo deseable argumentándose con diferentes motivos por parte de los responsables implicados. Las vacunas han llegado pero cuesta entender por qué se están infrautilizando las dosis disponibles.
Esto ocurre una vez más, como ya hemos denunciado desde el inicio de la pandemia, por la improvisación con la que se toman decisiones, una falta de organización que hace que actualmente no haya instrucciones claras y uniformes para todo el territorio nacional. Se ha descuidado la política de recursos humanos provocando que ahora haya dificultades para administrar la vacuna pese a que existe personal disponible para su contratación desde el sistema público, incluso profesionales dispuestos a ampliar su jornada para colaborar en la campaña de vacunación, tarea fundamental para empezar a poner freno a la pandemia.
Los profesionales sanitarios no necesitan de una preparación especial para esta campaña, que no difiere en lo sustancial de la de cualquier otra vacuna, pero sí es necesario elaborar un plan organizado de logística, saber cuántas vacunas llegan y cuántas lo harán próximamente, disponer de espacios, establecer cómo se cita a los grupos de riesgo, cómo se hará el seguimiento de los vacunados para analizar posibles efectos secundarios, etc. No existe falta de predisposición por parte de los profesionales pero sí de unas directrices desde Sanidad.
Conviene recordar, además, que la administración de la vacuna frente a la COVID19 no debe debilitar ni sobrecargar al sistema sanitario, tan necesario en estos momentos tanto para pacientes COVID como no-COVID.
Por todo lo anterior, desde CESM exigimos una mayor organización por parte del Ministerio y las comunidades autónomas y una correcta utilización de los recursos disponibles sin despreciar ninguno de ellos, algo que requiere abandonar la improvisación de la que se está haciendo gala para cambiarla por una correcta organización planificada.