“Recurso contencioso-administrativo contra la OPE de interinos facultativos de sanidad penitenciaria”

Pedro A. Martínez

Responsable de CESM Prisiones

El responsable de CESM Prisiones explica la última medida adoptada

Pedro A. Martínez, responsable de CESM Prisiones.

El 24 de septiembre de 2018, festividad de la Merced, patrona de Instituciones Penitenciarias (IIPP), acudí con gran ilusión al salón de actos del Ministerio de Sanidad. Ese día, junto a otr@s compañer@s, me entregaron la medalla de plata al Mérito Penitenciario. Ángel Ortiz, secretario general de IIPP y Fernando Grande Marlaska, ministro del Interior, representaban al Gobierno progresista (al menos eso creíamos algunos) que inició su andadura en junio de 2018. Ambos elogiaron la labor realizada por la institución penitenciaria y entre otras cosas reconocían como el principal problema de la institución la necesaria integración de la sanidad penitenciaria en las comunidades autónomas, cumpliendo así lo establecido en la ley 15 años atrás.

Tres años más tarde, el 25 de marzo de 2021, Grande Marlaska inaugura una jornada telemática sobre sanidad penitenciaria en la que reivindica como propio el trabajo realizado por el personal sanitario durante la pandemia, constatando su eficiencia, y al mismo tiempo asegura que «seguirá trabajando con denuedo para dar cumplimiento a lo establecido en la ley 16/2003», de la que ya han pasado 18 años.

¿Puede tener alguna credibilidad esta intervención? ¿Qué avances reales y objetivos se han producido en estos tres últimos años? ¿Le parece suficiente al señor ministro tener la plantilla de facultativos con menos del 50% de efectivos, centros penitenciarios sin ningún médic@, otros sin medic@s de guardia y otros muchos con atención médica solamente en urgencias? ¿Es normal haber mantenido tres años a medic@s en prácticas? ¿Cuántas veces hemos tenido que denunciar está situación, hasta que hace un mes han podido concursar?

Hace tres años muchos creímos aquellas palabras y las que más tarde -en la reunión que como representante sindical mantuve con Ángel Ortiz en junio de 2019- nos transmitió; que la sanidad penitenciaria era el principal problema a solucionar en la institución, nos agradeció nuestra comprensión por no convocar una huelga y nos aseguró que pondría toda su voluntad e incluso empeñó su cargo en solucionarlo. Pero únicamente fue otra falsa promesa.

En estos años muchos compañer@s se han jubilado anticipadamente; han perdido la motivación, se sienten defraudados o abandonados al ver cómo sus condiciones laborales se distancian cada vez más de los compañer@s de las comunidades autónomas.

Desde CESM hemos denunciado reiteradamente esta situación porque no queremos prolongar la agonía de la sanidad penitenciaria. Por eso, entre otras muchas acciones, hemos presentado el pasado viernes 26 de marzo un recurso contencioso-administrativo contra la OPE de interinos del cuerpo facultativo de sanidad penitenciaria, con el que el Ministerio del Interior intenta mantenerla.

Con estas premisas, ¿se puede garantizar un sistema sanitario en condiciones de equidad e igualdad con las personas libres? Parafraseando al ministro en su reciente intervención: «debe cumplirse lo dispuesto en la ley de 2003, porque preservar el derecho fundamental a la salud de las personas internas es nuestro deber fundamental y porque la inobservancia de una norma no puede convertirse en una realidad indebida».

En tres años el Ministerio del Interior no ha sido capaz de equiparar las condiciones laborales y salariales de 250 medic@s, por lo que me pregunto qué se entiende por trabajar con denuedo. Su significado es: valor, energía, decisión, brío, esfuerzo, determinación, resolución, arrojo, pero no encontramos ninguna de estas acepciones en sus hechos.

Hasta que la integración sea una realidad, ¿seguirán permitiendo que las oposiciones queden prácticamente desiertas una y otra vez por esa falta de equiparación? ¿Por qué tipo de sanidad apuestan? ¿Por una sanidad precaria hasta llegar a externalizarla o privatizarla? Si tenemos tantas preguntas es porque en estos tres años el ministerio no ha ofrecido respuestas, tan sólo palabras vacías.

Desde CESM seguiremos luchando y trabajando con denuedo porque las palabras del señor ministro sean una realidad y podamos garantizar a las personas privadas de libertad (con enormes carencias en muchos casos) una sanidad en condiciones de equidad e igualdad con las personas libres.

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