La FEMS señala que «para mantener y retener a los médicos, la flexibilidad en la organización de las horas de trabajo es esencial y se requieren perspectivas apropiadas»

Jornadas CESM celebradas en Mallorca

El presidente de la FEMS, João de Deus, en el centro, en un momento de la reunión.

La última Asamblea General de la Federación Europea de Médicos Asalariados (FEMS, por sus siglas en francés) coincidió con las Jornadas CESM en Mallorca bajo el lema «Unidos en la defensa de una sanidad europea del siglo XXI» no solo en tiempo, sino también en algunas de sus conclusiones. Así lo explica Álex Ramos, secretario técnico de Relaciones Internacionales de CESM, que a modo de resumen destaca la presentación de los informes nacionales sobre los sistemas sanitarios de Austria, Croacia, Chipre del Norte, República Checa, Francia, Italia, Holanda, Portugal, Rumanía, Eslovenia y España y los ámbitos comunes reflejados en el trabajo preliminar del «Libro blanco de la FEMS» que se está preparando.

Uno de los temas abordados fue la directiva europea sobre la jornada laboral, que establece los requisitos mínimos de salud y seguridad en relación con las horas de trabajo. La Directiva 93/105/CE original, adoptada en 1993, fue modificada en el año 2000 por la Directiva 2000/34/CE, y ambos textos se consolidaron posteriormente en la Directiva 2003/88/CE1. En el preámbulo se afirma que «la mejora de la seguridad y la salud de los trabajadores en el trabajo es un objetivo que no puede depender de consideraciones de carácter puramente económico». Se adopta así un sentido amplio de salud, que incluye también el respeto de la vida familiar del trabajador, su bienestar psicológico y la regulación del descanso, las pausas, las vacaciones y los turnos nocturnos.

También se presentaron los resultados de una encuesta llevada a cabo por FEMS sobre satisfacción laboral, que señalaba que para el 81% de los médicos la profesión es indispensable, y a menudo son los más jóvenes los que piensan en ella como tal. Por otro lado, para el 72% es agotadora (sin distinción de género, pues el 50% de las mujeres eligieron este adjetivo) y para el 54% resulta frustrante. Otros adjetivos elegidos fueron fascinante (36%) y gratificante (35%).

Otro tema abordado fue la jornada a tiempo parcial, señalando que la proporción de mujeres en la profesión y el consiguiente aumento del trabajo a tiempo parcial se considera en ocasiones como un reto importante o incluso una situación por resolver para el sistema. Esto requiere conceptos modernos e innovadores para garantizar la compatibilidad de la vida profesional, familiar y privada, así como para garantizar una alta calidad asistencial.

Para mantener y retener a los médicos la flexibilidad en la organización de las horas de trabajo es esencial y se requieren perspectivas apropiadas

Según explica Ramos, en la reunión de la FEMS se recordó que el deseo de trabajar a tiempo parcial tiene muchos motivos, y que los modelos a tiempo parcial no sólo deben garantizar la compatibilidad del trabajo y la familia, sino también la dedicación intensiva del trabajo, tiempo para la investigación, tiempo para otras actividades profesionales y más tiempo libre, razones para trabajar a tiempo parcial con menos estrés.

En este sentido, para mantener y retener a los médicos la flexibilidad en la organización de las horas de trabajo es esencial y se requieren perspectivas apropiadas. La continua escasez de médico aún exacerba más la problemática.

Además, se deben compatibilizar la formación médica y la dedicación a tiempo parcial, y la calidad de la educación es muy importante para la gran mayoría de los graduados en Medicina actuales. En relación con la tendencia hacia un buen equilibrio entre la vida laboral y la privada, la compatibilidad del trabajo a tiempo parcial y la calidad de la formación es un factor esencial para mantener a los licenciados jóvenes en los hospitales. Con el fin de garantizar una buena calidad de la formación, es esencial mantener al médico experimentado para formar y entrenar a los médicos jóvenes.

Los representantes españoles en la asamblea; Álvaro Cerame, Hermenegildo Marcos y Álex Ramos.

Respecto a la creciente implicación económica del sistema de salud y el creciente interés de las empresas privadas, especialmente en el campo de la atención médica, empieza a producirse una amplia discusión sobre los posibles efectos de la tendencia a la privatización de la sanidad que se observa. En el debate de la FEMS se recordó que siempre debe hacer un uso efectivo y eficiente de los recursos con la mayor calidad posible, tanto en instituciones privadas como públicas, independientemente de la forma de organización, y se resaltaron varios aspectos en la relación entre Medicina y economía que deben tenerse en cuenta:

  • Orientación al beneficio vs solidaridad
  • Dependencia de los intereses del propietario del servicio sanitario frente a la mejor atención posible al paciente
  • Escasez de presupuesto y limitación del alcance de los servicios sanitarios desde un punto de vista económico

Además, los dos ámbitos -sector público y sector privado- también pueden aprender mutuamente retroalimentándose con las experiencias y resultados de cada sector.

Carga de trabajo y burnout

Otro aspecto abordado en la asamblea de la FEMS fue el análisis de los resultados de una encuesta sobre burnout, en la que se señala que el 8% de los médicos tienen agotamiento en su vida profesional y el 50% tienen 1 o más síntomas. El riesgo es igual para hombres y para mujeres y la edad no influye.

Como recoge Ramos, entre los factores que aumentan el riesgo de padecer burnout -riesgos psicosociales- se encuentran la falta de médicos, la sobrecarga de trabajo, el exceso de trabajo durante noches y fines de semana, que no hay suficiente solidaridad entre el equipo médico y los trabajadores de la salud, que no hay una línea directa a la que llamar si se necesita ayuda, que no hay consultas psiquiátrica organizadas para ayudar rápidamente a los médicos, el hecho de que el agotamiento no está suficientemente considerado como una enfermedad por sindicatos, hospitales y organizaciones médicas, que no hay suficiente información sobre el agotamiento (libros, revistas, noticias de prensa) y que la crisis sanitaria de COVID19 ha aumentado los riesgos.

Por contra, los aspectos que pueden disminuir el riesgo de padecerlo son una sala de descanso, un lugar para comer y una habitación para dormir agradables, tiempo suficiente para descansar entre 2 días de trabajo, evitar el trabajo excesivo, una buena prevención -personal, cuidado con los médicos, consultas electrónicas, consultas psiquiátricas-, reuniones entre médicos para apreciar los riesgos psicosociales o congresos médicos para mantener un alto nivel de competencia médica.

El secretario técnico de Relaciones Internacionales de CESM explica que también se trató la demografía médica, en plena espera de resultados de investigaciones anteriores que muestren que la mayoría de médicos emigran de países con salarios más bajos y peores condiciones de trabajo. Así, la emigración de produce cuando los derechos laborales de los médicos no se respetan, y en su mayoría emigran a países que ofrecen salarios más altos, menos carga de trabajo, horas extra mejor pagadas y respeto al equilibrio entre vida laboral y personal.

Financiación del sistema sanitario

Otro de los asuntos tratados en la asamblea fue que el nivel de gasto en salud en un país y cómo cambia con el tiempo está determinado por una amplia gama de factores demográficos, sociales y económicos, así como por los acuerdos de financiación y la estructura organizativa del propio sistema de salud. La pandemia de COVID19 ha demostrado que en la medida en que un país se vio afectado por la crisis también puede ver afectados los niveles generales de gasto, y teniendo en cuenta estos factores, existen grandes variaciones en el nivel y el crecimiento del gasto sanitario en toda Europa.

Según los datos aportados, con un gasto per cápita en salud de 4.997 euros por persona, Suiza fue el país que más gastó en Europa, seguido de Alemania con 4.831 euros. Los niveles de gasto en los Países Bajos (4.302 euros), Austria y Suecia también estuvieron muy por encima de la media ponderada de la UE, que se sitúa en 3.159 euros. Francia destinó 3.807 euros, Italia 2.609 euros, España 2.588 euros y Portugal 2.331 euros. En el otro extremo de la tabla se sitúan Rumanía con 1.428 euros, Croacia con 1.448 y Bulgaria con 1.478, los países con menor gasto per cápita de la UE. Esto significa, como explica Ramos, que sobre una base de gasto per cápita hay una diferencia de tres veces en el gasto en salud entre los países de altos ingresos de Europa occidental y septentrional y algunos países de bajo gasto en salud de Europa central y oriental.

Por último, se presentó el informe del Comité de Presidentes de las Organizaciones Médicas Europeas (EMO’s), que reafirmaron su compromiso con promover la más alta calidad de educación, formación y práctica médica, la autorregulación de la profesión médica y un funcionamiento adecuado de las condiciones para todos los médicos, incluida su salud mental. Con esto se pretende promover la mejor salud y asistencia sanitaria posibles para todos los pacientes en Europa.

Con este Acuerdo Memorándum de todas las organizaciones se respalda y apoya la importancia de estos objetivos, y las organizaciones médicas europeas firmantes (AEMH, EJD, CEOM, CPME y UEMO) procurarán coordinarse y emprender acciones conjuntas cuando proceda.

La próxima Asamblea General de la FEMS está fijada para el mes de septiembre y tendrá lugar en Marsella (Francia).

Momento de la Asamblea General de la FEMS.

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