La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) quiere mostrar su rechazo al modo en que desde el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), responsable de la sanidad en Ceuta y Melilla y dependiente del Ministerio de Sanidad, se está intentando deslegitimar a los dos sindicatos autonómicos confederados que mantienen una huelga convocada desde el pasado 9 de marzo como última opción para lograr mejoras laborales de los profesionales que ejercen en ambos territorios.
Tras una reunión el pasado jueves entre los responsables de Ingesa y de los Sindicatos Médicos de Ceuta y Melilla miembros del Comité de Huelga, este martes el organismo dependiente del departamento ministerial que dirige José Manuel Miñones ha emitido un comunicado en el que además de señalar cuáles son los supuestos puntos de conflicto que impiden el acuerdo y derivar la responsabilidad hacia el Ministerio de Hacienda, deriva cualquier negociación a la Mesa Sectorial y a los manidos grupos de trabajo que se han mencionado con anterioridad y que o no se han convocado o no han dado los frutos necesarios, diluyendo en el tiempo las reivindicaciones sindicales.
El reduccionismo al aspecto económico y la manipulación de cifras que recoge el mencionado comunicado para solicitar la desconvocatoria de huelga resulta evidente en cuestiones como el aumento anual señalado por la declaración de zona de difícil desempeño a las comunidades autónomas o el incremento por las guardias médicas, olvidando cuál es el número máximo legal permitido. Respecto al primer punto, la intención de hacer pasar 15.000 euros anuales como una cifra abultada queda diluida si se recuerda que en otros territorios como la Comunidad Valenciana la Consejería ya puso sobre la mesa en su momento un aumento de 10.000 euros anuales sin que mediara la declaración de zona de difícil desempeño que sí es aplicable a Ceuta y Melilla, una reivindicación histórica de los sindicatos confederados.
Conviene recordar que la sanidad en las ciudades autónomas lleva años en peligrosa decadencia y acumula las últimas posiciones a nivel nacional en varios indicadores, como el nivel de sobrecarga laboral por una inquietante falta de profesionales -que provoca que en algunos servicios hospitalarios haya sólo dos personas que acumulen hasta 15 guardias mensuales o un solo oncólogo en hospital para más de 86.000 habitantes-, la carrera profesional y la hora de guardia peor pagadas o el mantenimiento de un complemento específico que penaliza a los médicos que ejercen también en el sistema privado, todas ellas cuestiones que desincentivan ejercer en estas dos ciudades autónomas.
La consecuencia de esta falta de profesionales por la precariedad de las condiciones laborales supone también una peor calidad en la asistencia sanitaria que se presta a la población de ambas ciudades, y es responsabilidad única de Ingesa y, por extensión, del Ministerio de Sanidad, por su falta de compromiso para establecer mejoras que hagan atractivo el ejercicio en Ceuta y Melilla y su empeño en ponerse de perfil ante una negociación urgente y necesaria para solucionar el problema.
Ante la situación descrita, la respuesta de los responsables de la gestión sanitaria ha sido el silencio, la negativa a negociar, el retraso constante en el tiempo de la adopción de medidas o la derivación de los problemas a la cartera de Hacienda como último responsable de los incrementos de dotación presupuestaria que suponen las medidas solicitadas. Ahora, además, se intenta deslegitimar a los dos sindicatos convocantes de la huelga con cifras descontextualizadas y se dinamita cualquier opción de negociación trasladando estas cuestiones a la Mesa Sectorial, además del traspaso de la responsabilidad de Sanidad a Hacienda.
Por todo lo anterior, CESM quiere recordar al ministro de Sanidad y a los responsables de Ingesa su obligación de negociar con el Comité de Huelga que mantiene conflicto convocado desde marzo en busca de unas mejoras en beneficio de la profesión médica y de la población atendida, un conflicto al que este mismo martes se suma el 061 y el SUAP. Si la decisión sobre la aprobación de un incremento presupuestario es competencia de Hacienda no puede esgrimirse únicamente ese argumento para no buscar un entendimiento entre ambas carteras que permitan el acuerdo, como sí ha ocurrido en diferentes comunidades autónomas en los últimos meses. Los profesionales de la sanidad de Ceuta y Melilla son los peor retribuidos y con los menores recursos disponibles, por lo que exigimos al ministerio que asuma su responsabilidad y se siente a negociar un acuerdo que evite el riesgo en el que está sumida la asistencia sanitaria de ambas ciudades que, de seguir esta deriva, no resultaría extraño que se vieran obligadas a recurrir a la sanidad militar, al Ejército, para garantizar la asistencia de la que ahora no disponen sus ciudadanos.
En consecuencia, CESM responsabiliza única y exclusivamente al Ministerio de Sanidad y, por ende, al Gobierno de España, del deterioro de la calidad asistencial y del clima laboral en ambas ciudades autónomas y se les conmina a una verdadera negociación que dé salida a la grave situación sanitaria en que se encuentra Ceuta y Melilla.