CESM Murcia y el Colegio de Médicos se unen para pedir seguridad en el entorno laboral

Día Europeo contra las Agresiones a Médicos y Profesionales Sanitarios

Concentración de CESM Murcia en Moratalla.

El Sindicato Médico CESM Murcia y el Colegio de Médicos se han concentrado este martes a puertas del centro de salud de Moratalla, escenario en el que el 11 de marzo de 2009, hace ahora 15 años, la residente de Medicina Familiar y Comunitaria María Eugenia Moreno era asesinada a tiros por un paciente que alegó no haber quedado satisfecho, horas antes, con la atención recibida.

Ambas organizaciones profesionales han convocado esta concentración en recuerdo y homenaje a la doctora asesinada y en condena de todas las agresiones a personal sanitario que, desde ese día, se hicieron más visibles y que han ido en aumento durante los últimos años.

Los profesionales siguen pidiendo más protección, medidas que garanticen su seguridad en el entorno laboral y campañas de concienciación sobre este grave problema, que se ha convertido en un compañero de consulta y en una realidad casi normalizada. Desde el Sindicato Médico, insisten, por ejemplo, en que sólo 4 de los 12 centros de salud del área 7 disponen de seguridad y el CCU tampoco dispone de medidas de seguridad.

Ante el incremento de las agresiones y en una fecha señalada como la del 12 de marzo, Sindicato Médico y Colegio de Médicos se han unido para promover la creación de un órgano que monitorice y establezca estrategias contra las agresiones, permaneciendo alerta para conseguir el objetivo de cero agresiones.

Aunque el lugar de la convocatoria principal de concentración ha sido Moratalla, las imágenes de sanitarios reunidos a puertas de centro de salud y hospitales se ha repetido en municipios de toda la Región, sumándose así al lema de “Stop Agresiones” y “Stop Violencia a Sanitarios”, repetidos cada vez de marzo para reivindicar el fin de la violencia en el ámbito sanitario.

Manifiesto Moratalla contra las agresiones 12M2024

Ayer, 11 de marzo, se cumplieron 15 años del asesinato de nuestra compañera la Dra. María Eugenia Moreno a manos de un paciente cuando trabajaba en el centro de salud de Moratalla. Tenía tan solo 34 años, un hijo de apenas 2 años y una familia truncada para siempre. Su asesinato supuso un duro golpe para todos. No pudimos evitar su muerte pero sí debemos conseguir que sea la última. Mucho ha llovido desde entonces y hemos ido a peor: cada día se ejerce más la violencia contra los sanitarios y, sobre todo, contra los médicos.

La violencia en el ámbito sanitario es un tema que nos perjudica a todos. Y digo a todos porque los principales damnificados NO solo son los agredidos, sino también los propios usuarios de la Sanidad.

Cuando se agrede a un sanitario estamos destruyendo la Sanidad, esa de la que todos estamos tan orgullosos. Por este camino sólo vamos a encontrar más violencia, más deterioro de este bien tan preciado y lo más grave, más desmotivación de profesionales que no vuelven a ser los mismos tras una agresión.

La violencia menoscaba al profesional que la recibe y altera un bien esencial como es la relación médico-paciente.

El Servicio Murciano de Salud y la Consejería de Salud tienen la obligación de proteger a sus trabajadores, poniendo a su alcance todos los medios preventivos y de seguridad que existan, pero actualmente no es así, todavía hay centros de salud en el área 7 que no disponen de guardia de seguridad; sólo disponen de seguridad 4 de los 12 centros del área 7. Tampoco tienen guardia de seguridad en el CCU, cosa que también reivindicamos.

El sindicato médico lleva años pidiendo cámaras de seguridad en los centros, doble puerta en consulta, botón físico enlazado con vigilante de seguridad, prevención de agresiones en avisos a domicilio, aunque lo más importante son las medidas preventivas, y así evitaremos el desgaste que supone una agresión para el profesional.

Los agresores actúan con total impunidad y los jueces les imponen penas irrisorias. No obstante, hay que denunciar cualquier acto violento y pelear para que el agresor sea castigado y que sean los gerentes los que eleven las denuncias. Porque lo que no se denuncia, no ha pasado.

Casi 600 profesionales registraron agresiones en 2023 en la Región de Murcia, un 56% más desde la pandemia. No podemos seguir trabajando así. ¡¡Basta ya!!

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