La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) quiere alertar de la situación en la que pueden quedar los profesionales que se contagien de coronavirus en el ejercicio de sus funciones a partir del próximo 9 de mayo, fecha fijada para el levantamiento del actual estado de alarma, puesto que no está claro cómo cambiará la consideración de enfermedad profesional para quien se vea contagiado por el ejercicio de su profesión.
Este sindicato lleva desde abril de 2020 reclamando al Gobierno que no abandone a su suerte a los médicos en primera línea de esta lucha contra el COVID, exigiendo que el contagio sea considerado enfermedad profesional de manera permanente. Tuvieron que pasar diez meses y numerosas gestiones a todos los niveles, incluida una convocatoria de huelga nacional de médicos, hasta que se anunciara la intención del Ejecutivo de aprobar esta declaración, ya que la consideración de accidente de trabajo era claramente insuficiente.
Se hizo a través del Real Decreto Ley 3/2021 que, sin embargo, lejos materializar un objetivo cumplido, obligó a los médicos a asumir que lo que se había hecho en realidad en febrero era asimilar la COVID19 en el personal sanitario a la enfermedad profesional. Es decir, asignar a estos pacientes las mismas prestaciones que si de una enfermedad profesional se tratase, pero sólo a los contagiados durante el periodo que media entre la declaración de la pandemia a nivel internacional por la Organización Mundial de la Salud y el cese por parte de las autoridades sanitarias de las medidas adoptadas para combatirla, algo que podría tener lugar el próximo 9 de mayo, cuando el Gobierno levante el estado de alarma.
A partir de esa fecha, por tanto, podría entenderse que los médicos que se contagien de COVID limitarán su protección a la que corresponde por enfermedad común, por lo que CESM quiere recordar que no tiene sentido que cese la consideración de enfermedad profesional para los contagios de un virus que puede mantenerse como una enfermedad prevalente en el futuro, manifestándose también una vez superada la fase pandémica, y reclama, una vez más, su declaración de forma permanente como enfermedad profesional.
El sindicato solicita que se aclare cuándo se consideran levantadas todas las medidas de prevención adoptadas para hacer frente a la crisis sanitaria, si esta vigencia temporal se considera finalizada con el levantamiento del estado de alarma o si es preciso una declaración expresa del cese de las medidas y cuándo se produciría ésta, dada la ambigüedad terminológica respecto a su vigencia.
Por todo lo anterior, la Confederación ha enviado sendas cartas tanto a la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Carolina Darias, como al secretario de Estado de Seguridad Social y Pensiones, Israel Arroyo, de quien realmente depende la consideración de la enfermedad profesional, para trasladar la incertidumbre y pedir que aclaren qué ocurrirá con esta medida a partir del 9 de mayo y en qué situación quedan los médicos que puedan contagiarse en el ejercicio de su profesión. Para evitar la desprotección de los profesionales y conflictos de este tipo, desde CESM llevamos meses demandando que la COVID19 sea incorporada al catálogo de enfermedades profesionales del RD 1299/2006 para el personal sanitario, algo que de momento no hemos visto aprobado pero que continuaremos defendiendo.