Claude Wetzel, del sindicato francés SNPHARE, ha sido el encargado de presentar en la reunión conjunta AEMH-FEMS en Austria el informe actualizado de cómo está la situación de la COVID19 en el conjunto de países miembro de la Federación con datos hasta el 31 de marzo. Así, entre los 17 países que han contestado al formulario (todos salvo Polonia y Rumanía) destaca en primer lugar Francia con 25.633.476 casos confirmados por PCR desde el inicio de la pandemia -el 38% de la población) seguida de Alemania con 24.813.817 casos.
Respecto al número de fallecidos las mayores cifras también las encabezan Francia (142.273) y Alemania (135.461), mientras que si se desglosa el dato disponible es España la que más gente ha visto morir en residencias (33.805 personas).
El informe hace especial hincapié en las cifras que afectan a los profesionales sanitarios, señalando en las cuatro diapositivas referentes a esta cuestión la importante falta de información respecto a este sector. Solo cinco países facilitan el recuento de profesionales sanitarios contagiados confirmados por PCR, lo mismo respecto al número de profesionales fallecidos, y casi más restrictivos son los datos en cuanto a los médicos en concreto. Entre los datos disponibles sí se puede destacar que España es el país que más médicos ha visto morir a causa del COVID, con 125 compañeros según el último recuento de la Organización Médica Colegial.
En cuanto a la organización y situación sanitaria, países como Austria, Bulgaria, Croacia, Chipre, Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo, Noruega, Portugal, Eslovaquia, Eslovenia, Suecia o España han reportado que sufren falta de médicos, y en los mismos además de en Bélgica y en Países Bajos se habla claramente de burnout en los profesionales. También existen renuncias entre los profesionales en Austria, Bélgica, Croacia, Chipre, Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, Eslovenia, España y Suecia mientras que Bulgaria, República Checa, Francia, Italia, Chipre, Portugal, Eslovaquia, España y Suecia sí han hecho nuevas contrataciones, aunque fueran escasas.
Existen diferencias a la hora de considerar el contagio de COVID como enfermedad profesional (en España no se hace y es una de las primeras reivindicaciones de CESM) y respecto a las bonificaciones para profesionales, ya que países como Austria, Bulgaria, Criacia, Francia, Chipre, Alemania, Italia, Luxemburgo, Noruega, Portugal, Eslovaquia, Eslovenia y Suecia sí han pagado las horas extra a sus profesionales y Bulgaria, Francia y Eslovaquia han aumentado los salarios.
Respecto a la vacunación, no es obligatoria en ningún país pero sí recomendable en todos, con diferencias por franjas de edad, y a la cabeza de porcentaje de población vacunada con una primera dosis está Chipre (96,6%) seguido de Noruega (93,1%) y España (92,9% de los mayores de 12 años). Si se mira la segunda dosis España encabeza el ranking con el 92,5% de los mayores de 12 años, seguida de Portugal (92%) y Noruega (90,7%), y la dosis de refuerzo se ha administrado más en Italia (68%) seguida de Suecia (64%) y Países Bajos (63,8%). La vacunación es obligatoria para profesionales en Alemania, Italia, Francia y Luxemburgo pero también hay una falta de información disponible sobre las cifras de vacunación entre profesionales sanitarios. La cuarta dosis es recomendable para la población en Austria, Bélgica, Bulgaria, Francia, Alemania, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, Eslovaquia, España y Suecia.
Las preguntas sobre asistencia sanitaria reflejan que el manejo de otras patologías en hospitales se ha visto afectado en todos los países salvo en Chipre, y ha afectado a la situación en UCIS en Bélgica, Bulgaria, Croacia, República Checa, Italia, Luxemburgo, Noruega, Eslovaquia, Eslovenia y Suecia, aunque solo en Francia, Luxemburgo, Noruega, Eslovaquia y Suecia se ha producido un debate moral sobre los no vacunados y su prioridad o no en cuidados intensivos.
Según el informe, a 31 de marzo seguían existiendo restricciones en Austria, Bélgica, Chipre y Portugal, mientras que únicamente Noruega no imponía el uso de mascarilla en ningún supuesto como sí ocurre en el resto de países, ya sea en transporte, educación, cultura o restauración.
Como conclusión, el informe señala que la pandemia se ha cobrado la vida de entre 13 y 17 millones de personas desde enero de 2020 hasta diciembre de 2021, según datos de la Organización Mundial de la Salud, que recuerda la amenaza de la aparición de una nueva variante resistente a las vacunas actuales.
Accede aquí al informe completo.