La Delegación de Santiago de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos en Galicia (CESM Galicia) denuncia públicamente las actitudes dictatoriales que practica la Gerencia del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), al imponer a los facultativos del Servicio de Ginecología y Obstetricia la obligación de cubrir las guardias de ginecología del Hospital Comarcal de O Barbanza durante más de 6 años, a pesar de que allí tienen su propio Servicio con su jefe correspondiente.
CESM explica que en su día los ginecólogos de Santiago se comprometieron con la gerencia a realizar de forma temporal un determinado número de guardias en el Hospital Comarcal, mientras se encontraba una solución definitiva al problema, pero esa temporalidad –matizan– se ha extendido en el tiempo, algo que consideran inaceptable, y sólo fruto de la incapacidad de la administración, para incorporar al personal necesario que cubra las necesidades del servicio en ambos centros hospitalarios.
Asegura que el ‘ordeno y mando’, saltándose a los cargos intermedios, es una práctica habitual; recuerda a la Dirección que no puede amenazar ni obligar a los ginecólogos de Santiago a cumplir más guardias y, por supuesto, que las coberturas de guardias por necesidades del servicio deben obedecer a situaciones puntuales ante imprevistos o catástrofes, pero nunca a la nefasta gestión de un servicio independiente.
La situación alcanza tintes tan dramáticos –añade– que ha llevado al Jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del CHUS, el Dr. Manuel Macía, a presentar su dimisión, a pesar de que todos los facultativos y MIR de la Unidad le han mostrado su respaldo y apoyo explícito. Y señala que, desde la llegada de Eloína Núñez a la gerencia, varios han sido los jefes de servicios y cargos intermedios que han abandonado sus puestos por la presión insoportable a la que eran sometidos.
Para garantizar el correcto funcionamiento del Servicio de Ginecología del Hospital de Barbanza, CESM Galicia reclama una plantilla de al menos 7 facultativos con contratos estables, de manera que ambos centros hospitalarios puedan prestar una atención adecuada. Sólo así –prosigue– se terminará con esta burda estrategia que lo único que consigue es hacer caer sobre las espaldas de los ginecólogos del CHUS el resultado de una mala gestión de los responsables administrativos.
El Sindicato Médico concluye subrayando que una nula planificación y una ineficacia manifiesta de la gerencia no puede menoscabar la asistencia de las pacientes que acuden al Complejo Hospitalario de Santiago, ni cercenar los derechos que los ginecólogos tienen a su vida personal y familiar.