Confía en que en 2023 se hayan puesto recursos para que no haya zonas de difícil cobertura, no haya listas de espera diagnóstica ni terapéutica o para qué los médicos no se vayan del SNS.
Quiere trasladar que las reivindicaciones son, básicamente, las firmadas en enero 2019 por Vergeles, consejero de Sanidad, como “salida” del conflicto planteado.
El sindicato considera intolerable que además de tener que soportar agendas inasumibles también sean víctimas de agresiones, que no dejan de aumentar desde 2020.
Denuncian que es intolerable seguir perpetuando esta práctica para paliar un déficit de profesionales que debía haber sido previsto por las autoridades sanitarias.
Las medidas retributivas, que afectan a todos los ámbitos asistenciales, serán de aplicación durante el año 2023 y se pondrán en marcha el día 1 de enero.
Señalan que «sus demandas son nuestras demandas, y éstas son para obtener y ofrecer una atención de calidad tanto a los ciudadanos como para el desarrollo de la actividad
asistencial».
Los médicos demandan medidas como un presupuesto del 25% para la Atención Primaria, una gerencia específica, una agenda acorde con el tiempo de trabajo y una conciliación real.
Han lanzado un comunicado conjunto con un mensaje a la Comunidad de Madrid: que escuche a los profesionales y para que “deje atrás el juego político de carácter partidista y claramente electoralista”.
A pesar de la lluvia, unos 300 facultativos han secundado la protesta convocada por FASAMET y CESMAragón bajo el lema “Por una Atención Primaria de calidad”.
La presidenta y el secretario general se han reunido con el consejero de Salud, y el gerente del SMS para que las medidas se implanten con agilidad durante las próximas semanas.
CESM aboga por una regulación realista y con tiempos de repuesta a las urgencias en caso de guardias localizadas iguales a los de los servicios autonómicos.