El Sindicato Médico de Navarra ha decidido, tras se refrendado en asambleas, desconvocar la huelga de Atención Primaria que comenzó el pasado 1 de febrero después de lograr un preacuerdo con el Gobierno de Navarra que mejora las actuales condiciones laborales de los profesionales del primer nivel asistencial.
Según ha explicado Alberto Pérez, secretario general del sindicato, quizás el punto más importante del acuerdo ha sido el bloqueo de las consultas, lo que permite evitar que se pueda tocar la agenda del médico sin su permiso o forzar citas -salvo que sea urgencia vital o el profesional voluntariamente lo acepte-, un avance importante puesto que la Gerencia de Atención Primaria llevaba años negándose a esta opción y se ha logrado al 100%.
Respecto a la subida retributiva, otra de las demandas importantes y que cifraban en 500 euros para 2023 y otros 500 para 2024, se ha aprobado una subida de 400 euros para este año que será lineal, sin condiciones, consolidada y a través de la creación de un nuevo complemento retributivo, un complemento de productividad fija para facultativos que no tenían en Navarra y que permite, si se consolidan otras subidas, poder hacerlo a través de ese complemento.
La subida salarial para el próximo año queda condicionada a que se realice un estudio retributivo a través de un agente externo, una entidad de solvencia y garantías para poder ver cuáles son las diferencias salariales entre los médicos de Navarra y del resto de comunidades autónomas. Una vez hecho, si Gobierno y sindicatos están de acuerdo en que el estudio es correcto pactarán llevar a la próxima legislatura un aumento de salario para igualarlo al resto y conseguir que Navarra vuelva a ser eficaz en la captación y fidelización de médicos.
Uno de los asuntos más conflictivos ha sido la exclusividad, en lo que se ha avanzado poco debido también a la enorme contestación a nivel social, sindical y política que ha generado esta demanda. «Para nosotros es clave y no vamos a renunciar a ella. Hemos obtenido compromisos del departamento de Salud de reducir la penalización actual de los médicos que renuncian a la exclusiva para iniciar una actividad privada. Creemos que es algo anacrónico porque en el resto de España, salvo en Asturias, no la tienen, y tarde o temprano va a caer, porque es un problema para los compañeros de fuera que tienen tienen ilusión por compaginar el sector público con el privado y no se entiende por qué tienen que aceptar esa penalización mientras en otras comunidades no la tienen», asegura Pérez.
Pendientes del cumplimiento
Además, se abrirá una mesa de negociación de aquí al 30 de abril para tratar temas de sobrecarga, tanto en Atención Primaria como hospitalaria, Urgencias o salud mental; donde se debe hablar del fin de la exclusividad, de la mejora salarial restante para el año que viene, de la eliminación del requisito de estar dos años ocupando una plaza en propiedad antes de optar a un excedencia voluntaria, etc. Se trata de cuestiones que, aseguran, probablemente no den tiempo en esta legislatura, pero sí deben estar firmadas en un documento y encarriladas para poder abordarlas en la próxima, independientemente de quién gobierne.
Todo lo acordado en estos días debe pasar aún por el parlamento, puesto que hay que hacer modificaciones normativas y habilitar crédito presupuestario para cubrir la mejora salarial, y la cámara cierra el 3 de abril, por lo que Alberto Pérez admite que los plazos son muy ajustados y preocupa que haya retrasos involuntarios o intencionados tanto por parte del Gobierno como de los grupos que lo apoyan.
Por este motivo, han decidido convocar una nueva huelga a partir del 15 de marzo que se llevará a efecto si comprueban que estos acuerdos quedan en papel mojado, como ya sucedió con los firmados en 2004 y 2019. «La primera muestra de buena voluntad ha sido desconvocar la huelga, pero estaremos vigilantes y esperamos que los acuerdos se cumplan, que están para eso, y no para tomar el pelo a los médicos», sentencia Pérez.
