La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) quiere mostrar su apoyo a todos los compañeros de Atención Primaria que en las últimas semanas están convocando movilizaciones, o manifestando su malestar y hartazgo en todo el territorio nacional con el único objetivo de buscar una solución a la crítica situación que vive el primer nivel asistencial.
Desde hace años se vienen reclamando medidas que permitan aligerar la presión que soportan los médicos de Familia y pediatras en su día a día por una mala planificación de las necesidades de especialistas de este nivel asistencial, con un presupuesto insuficiente que propicia plantillas mermadas y una carga asistencial en aumento, que además se ha visto incrementada por los efectos de la pandemia y los meses posteriores. Las condiciones laborales del primer nivel asistencial lo hacen poco atractivo no solo para los que podrían elegirlo como destino, sino también para quienes ya están en él y valoran cada vez más la posibilidad de abandonar su profesión.
Las reivindicaciones expuestas con insistencia en los últimos años no han variado debido a la falta de interés de las distintas administraciones por poner soluciones reales al problema, y el constante deterioro de la Atención Primaria ha propiciado que los profesionales hayan decidido salir a la calle para reclamar una mejora de las condiciones laborales y, por consiguiente, de la calidad asistencial que se presta a la población.
La Atención Primaria necesita un presupuesto suficiente para ofrecer salarios competitivos y dimensionar las plantillas de manera que sean eficientes y poder cumplir con su misión de prevención y vigilancia de la salud comunitaria. Del mismo modo, resulta clave que se pueda ofrecer al paciente un tiempo de calidad en consulta, lo que requiere de una limitación de las agendas que evite la sobrecarga asistencial que está forzando a los profesionales a listas de más de 70 pacientes diarios.
Además, tal y como ha señalado el Foro de Médicos de Atención Primaria, resulta urgente desburocratizar las consultas, descargando a los médicos de Familia y pediatras de toda tarea administrativa que no sea exclusivamente suya, circunstancia que se ha incrementado durante la pandemia. Así mismo, es necesaria una mejor gestión de la incapacidad temporal, tanto en su tramitación por el profesional que indica la baja laboral como en la periodicidad de su seguimiento y confirmación.
Por todo lo anterior, CESM quiere respaldar las acciones que se están llevando a cabo en distintas comunidades y que pueden iniciarse en todas las demás si no cesa la politización de un problema que es profesional y se ponen en marcha soluciones urgentes que permitan desbloquear el colapso que sufre una maltratada Atención Primaria, que no necesita más planes e informes sino acciones reales. Es una necesidad de los profesionales, pero lo es también de la población, que necesita una asistencia sanitaria de calidad.