El Sindicato Médico de Ceuta denuncia que la sanidad de la ciudad autónoma «arde ante la indiferencia del Gobierno central»

Consideran que la falta de acción del Ejecutivo agrava la crisis

Enrique Roviralta y Abdelghani El Amrani, presidente y secretario general, respectivamente, del Sindicato Médico de Ceuta.

El Sindicato Médico de Ceuta ha emitido un comunicado en el que explica la grave situación por la que atraviesa la sanidad en la ciudad autónoma, una situación en la que la inacción del Gobierno central contribuye a agravar la crisis de profesionales y presión asistencial que deteriora la atención que reciben los ciudadanos.

«Disculpen la expresión en inglés, pero la situación de la sanidad y el hospital de Ceuta está alcanzando niveles críticos, on fire. Desde hace demasiado tiempo, enfrentamos una precariedad que hoy se ha convertido en una crisis inminente, exacerbada por la escasez de médicos. Tanto la ministra de Sanidad, Mónica García, como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, son plenamente conscientes de las consecuencias devastadoras que esto acarrea para la calidad y seguridad de la atención médica de todos los ceutíes, así como del enorme desgaste profesional que están sufriendo los médicos que continúan luchando, como los valientes de Numancia sitiada por el ejército romano. La indiferencia del Gobierno central es incomprensible.

El diagnóstico es claro: la escasez crónica de médicos en numerosos servicios de atención médica ha generado una desigualdad alarmante en comparación con otras áreas sanitarias, lo cual es indicativo de una falta de equidad. Los ciudadanos de Ceuta no deberían recibir un trato de segunda clase y tienen derecho a ser atendidos con la misma calidad que el resto de los ciudadanos del país.

Conocemos a muchos colegas de diferentes áreas de atención médica que son excelentes profesionales y han elevado el estándar del hospital y de la atención primaria a niveles de máxima calidad, con servicios de vanguardia y líderes de primer nivel. Sin embargo, lamentablemente, la situación se ha deteriorado debido a la progresiva pérdida de médicos, convirtiendo a Ceuta en un destino poco atractivo para la captación y retención de talento médico, lo cual es responsabilidad exclusiva del INGESA. Esto ha generado una carga de trabajo abrumadora y una presión asistencial insostenible, con listas de espera prolongadas que están agotando a los profesionales médicos que heroicamente resisten.

Hoy en día, la sanidad ceutí, tanto hospitalaria como de atención primaria, se encuentra al borde del colapso debido al gran descontento y desesperación entre los profesionales médicos, que lamentan la inacción y pasividad de la Administración. Es urgente implementar medidas para restablecer la excelencia en el hospital y en la atención primaria. Es necesario incentivar la incorporación de médicos con estabilidad laboral y condiciones que les permitan equilibrar su vida personal y profesional.

Es hora de actuar. Aquellos que comprenden por qué es importante (la seguridad de los pacientes y la dignidad de los médicos) pueden soportar casi cualquier cómo. Después de la tregua de la huelga y haber confiado en las promesas, aún estamos esperando una respuesta a nuestra carta y que se cumpla lo prometido. Una vez más, se confirma el mantra clínico y desalentador de los pseudo líderes políticos: «las promesas solo comprometen a aquellos que las creen». El tiempo avanza y la situación no mejora, e insistimos en que no nos rendiremos ni lo permitiremos, ya que está en juego la salud de los ciudadanos de Ceuta.

Exigimos que el INGESA implemente estrategias tanto retributivas (puestos de difícil cobertura), laborales (contratos estables) como no retributivas (reconocimientos en la carrera profesional, etc.) para atraer y retener médicos. Señora ministra, le instamos a reunirse con los representantes de los médicos, jefes de servicio y colegas. Escuchen y actúen. Cumplan sus promesas y no se dejen engañar por los oportunistas e irresponsables. Tienen una obligación legal y ética con los derechos de los ciudadanos de Ceuta y Melilla, con la calidad y seguridad de la atención médica, y con la dignidad de los profesionales. El derecho a la salud está consagrado en la Constitución española, la cual ustedes han jurado cumplir, y no debería verse afectado por afiliaciones políticas o confrontaciones ideológicas.

Estamos on fire es una advertencia antes del incendio, y aquellos que advierten no son traidores. La esperanza es lo último que se pierde, pero la paciencia tiene un límite. ¡Reaccionen YA! Solo pedimos igualdad con respecto al resto de las comunidades autónomas del país. ¿Acaso no somos españoles de primera? Entonces, ¿por qué se nos trata con menosprecio? Les recordamos que aquí y ahora, aunque estemos en una derrota transitoria, nunca seremos vencidos».

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