La última ponencia de las jornadas hispanolusas organizadas por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) a través de su sindicato extremeño SIMEX ha abordado la situación actual en el Ámbito de Urgencias y Emergencias, que ha contado con Guida da Ponte como parte de la Federación Nacional dos Médicos (FNAM) para explicar cómo se encuentra la situación en Portugal, donde las medidas del Gobierno han sido insuficientes para incentivar a los profesionales, a quienes llegó a ofrecer 50 euros la hora en un intento de atraerlos hacia estos servicios.
La exposición de Da Ponte ha concluido señalando que el principal resultado de las escasas e infructuosas políticas gubernamentales ha sido un aumento en el número de agresiones a profesionales.
Por su parte el presidente de CESM, Tomás Toranzo, ha situado a España en el contexto europeo, recordando que CESM lleva años reclamando la creación de la especialidad y que todavía forma parte de uno de los 3 países que no la tienen, precisamente junto a Portugal, y también Chipre. La especialidad debe ser un requisito, con una formación específica acorde a las necesidades de los pacientes desde la incorporación al puesto de trabajo, contar con un cuerpo doctrinal que no está incluido en ninguna otra especialidad y tener unos objetivos asistenciales específicos, como señalaba Toranzo. Además, se debe potenciar la formación continuada e investigación y sería aceptable un periodo transitorio de acceso al título, una especie de vía extraordinaria.
Tras compartir datos de 2018 que reflejaban que se habían atendido más de 30 millones de urgencias en un año -más del 70% en la sanidad pública y unas 659% por mil habitantes, el presidente de CESM afirmaba que Urgencias y Emergencias son los servicios con más precariedad y temporalidad, por encima de Atención Primaria.
Toranzo ha enumerado las condiciones laborales tan específicas de estos servicios, comenzando por una jornada en la que la actividad siempre es la misma independientemente del horario, lo que genera debates sobre qué tipo de jornada es la más adecuada. Por eso se debe velar por una minoración de la jornada ordinaria si hay complementaria y/o turnos, una exención de jornada complementaria por edad y otras circunstancias, la posibilidad de un turno fijo diurno como tiene el resto de médicos, y turnos de 12 horas, y una limitación de la jornada máxima obligatoria y mensual, ya que esta se sobrepasa habitualmente y hay que exigir que se cumpla la legalidad.
Respecto a retribuciones deben existir turnos sin pérdida retributiva, complementos por turnicidad, nocturnidad, festividad o penosidad, módulos voluntarios de exención de jornada complementaria y jornada especial con penalización (tiempo o retribución). Como forma de organización, Toranzo señalaba que debe tratarse de una categoría profesional única, con jerarquización de los servicios de urgencias hospitalarios y en la que debe haber plantillas orgánicas suficientes para cubrir todas las necesidades asistenciales y todos los tramos horarios.
Es imprescindible la creación de la especialidad y se deben buscar alternativas a la jornada de 24 horas
Para afrontar la estabilidad y movilidad son necesarias OPEs anuales y con baremos específicos, contratos de guardias solo para cubrir exenciones, concurso de traslados anuales y en los que se oferten todas las plazas vacantes, homologación de categorías y movilidad entre servicios, lo que hace necesario un periodo transitorio de movilidad voluntaria de otras especialidades.
El presidente de CESM también se ha manifestado sobre la docencia MIR, recordando que el personal en formación no se debe utilizar para cubrir los déficits de plantilla y que la formación es una actividad que necesita tiempo, algo que en Urgencias es muy escaso. «Se debe dimensionar bien la estructura y las figuras docentes de los servicios, porque normalmente vienen de otras especialidades, y los R1 que vienen precisamente de otras especialidades no deberían rotar por Urgencias», afirmaba antes de concluir que resulta imprescindible la creación de la especialidad y que se debe empezar a buscar alternativas a la jornada de 24 horas, con el deseo de que los servicios de Urgencias no sean el lugar donde la gente acude buscando la accesibilidad al sistema sanitario.
En el turno de preguntas el responsable de la FNAM, Noël Carrillo, señaló que en Portugal estos servicios son como un agujero negro enorme donde meten lo que quieran los gestores, ya que no hay solución que no sean las urgencias, de ahí que haya muy pocos médicos que quieran pasar por allí, pese a que en el horario está previsto que se pasen hasta 18 horas en urgencias en un cómputo total de 40. «Si haces 2 o 3 extra pasas más tiempo en Urgencias que en tu actividad habitual, motivo por el que muchos prefieren marcharse y este es un problema pendiente de resolver. No puede ser que un médico con 35 años esté deseando llegar a los 55 para poder dejar de pasar por Urgencias», sentenciaba.
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