«Represento a los residentes a nivel nacional y de Madrid porque me hubiera encantado cuando entré que alguien me explicara la parte laboral del residente que no entendemos porque no viene en la carrera. Entramos en el último ciclo de la formación tras mucho esfuerzo pero ya estamos en el ámbito laboral, así que hay cuestiones que no entendemos». Así comenzaba Sheila Justo, secretaria técnica de Médicos Jóvenes y MIR de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) su moderación de la segunda mesa de las Primeras Jornadas Nacionales de Residentes #MIRandoAlFuturo dedicada a ‘El poder del residente: el Comité de Empresa‘.
Justo explicaba que el examen MIR lo lleva a cabo el Ministerio de Sanidad como una de las pocas competencias que no están transferidas (y que este año ha visto dinamitado el sistema de elección de plazas), y tras superarlo, se pasa a formar parte de un determinado servicio de salud autonómico. El traspaso de competencias hace que cada comunidad autónoma tenga condiciones diferentes, laborales y retributivas. «Las condiciones laborales, que influyen dentro de la formación, no sólo dependen de esa comunidad autónoma, sino que dentro, dependen de la gestión del centro en el que os integráis, por lo que es importante tenerlo en cuenta. Hace muy poco hemos conseguido que los años trabajados en centros privados computen para los residentes como trienios igual que en los centros públicos», exponía.
La responsable MIR recordaba la importancia del Comité de Empresa, órgano que se renueva constantemente y que está legitimado a través de elecciones, proceso al que animaba a los residentes a participar en las votaciones puesto que será el órgano que les represente en la residencia. «Cualquier cuestión que se tramite a través del órgano legitimado, la Administración tiene obligación de darle respuesta de manera formal», decía Justo.
«Cualquier cuestión que se tramite a través del órgano legitimado, la Administración tiene obligación de darle respuesta de manera formal»
El Comité de Empresa se conforma cada 4 años a través de elecciones, con un procedimiento muy parecido al de los partidos políticos. «Hay que presentarse a través de las organizaciones sindicales, el sindicato médico, que está formado únicamente por médicos especialistas vinculados por la profesión, independientes y sin comisión que trabajan por mejorar la profesión. Sólo puede estar constituido por residentes y es eternamente joven. Está formado por el número de miembros dependiente del número de trabajadores en formación que haya -si hay 100 residentes, hay 3 en el Comité; si hay 5.000, habrá 31- Lo ideal es que sean R1 y R2 porque así duran los 4 años de residencia, porque al dejar de ser residente cesas en el Comité. Es vuestro órgano de poder, de capacidad de tomar decisiones», aseguraba Justo.
Como aportaciones personales de pertenecer al Comité de Empresa, Sheila Justo defendía las cualidades que no se aprenden en los libros de Medicina, comunicación, liderazgo, capacidad de negociación, cuestiones muy importantes en la línea de profesionalizar el sindicalismo médico. Como personas que se han esforzado enormemente para llegar donde se ha llegado, se tiene que poder exigir lo mismo para la mejora de la profesión. La implicación va a depender de la persona, sabiendo que siempre tendrá detrás al sindicato médico defendiendo la profesión, y el crédito horario es de 40 horas mensuales para poder realizar estas actividades -es una actividad de colaboración con la empresa-. «El residente tiene una doble función, porque es residente pero también representante de sus compañeros, y hay una especial protección hacia ellos», añadía.
Lo ideal es mantener reuniones con la Administración y con los compañeros para ver cómo está la situación y ver si hay algunas que se puedan vehiculizar desde el Comité, como las guardias no libradas, los lugares de descanso, las comunicaciones oficiales o el exceso de jornada, que se debe implementar a través del fichaje, que aún no está establecido como exige la normativa.
Justo recordaba también que el residente tiene derecho a la duda, que es personal extra -no parte de la plantilla estructural-. El objeto de su contratación es la obtención del título de especialista, por lo tanto no hay necesidades del servicio asociadas al residente y éstas deben supeditarse al personal contratado para ese fin. Toda necesidad debería argumentarse desde la formación y hay que tenerlo clarísimo para la práctica diaria.
El objeto de la contratación del residente es la obtención del título de especialista, por lo tanto, no hay necesidades del servicio asociadas al residente
Respecto al caso de Madrid, a través de una encuesta se vio cómo el 30% de los residentes no libraban cuando correspondía y el 16% hacía más de 6 guardias al mes, además del tema de las camas para el descanso. Se tuvo conciencia de que lo más importante era que se participara en el Comité de Empresa y se tuviera la información, porque «la información es poder». Para ello se consiguió instaurar acciones como la bienvenida a los R1 con espacios habilitados, vídeos a través de redes sociales y grupos de información del Comité de Empresa. «Toda la información, que es poder, lleva a ver que la normativa no se cumple y se llegan a convocar huelgas, como en la pionera de Madrid del año pasado, con la que consiguieron mejoras retributivas, formativas y en los lugares de descanso. Por eso toda la estrategia pasa por la información, de R mayores a R pequeños, de bienvenida a todos los niveles, jornadas como estas, contacto constante con el sindicato médico, etc. Que todas las cuestiones laborales se vehiculicen a través del Comité de Empresa», sentenciaba antes de dar paso al primer ponente de la mesa.
«Si vas a jugar, tienes que leerte las instrucciones»
Juan José Serrano, médico adjunto de Oncología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y hasta el año pasado presidente del Comité de Empresa, resumía la normativa aplicable a los residentes, incidiendo en que «la información y el conocimiento es poder, más que nada porque si tú no lo tienes lo tiene otro y será más poderoso que tú y lo usará en tu contra. Por eso creo que hay que saberse las normas del juego, cuando uno va a jugar tiene que leerse las instrucciones». De ahí que sea clave conocer estas normas, como son las disposiciones legales, el convenio si lo hay y el contrato, teniendo en cuenta disposiciones como el artículo 3.3. del Estatuto de los Trabajadores que habla de conflictos entre normas.
Serrano explicaba que actualmente convenio no hay, y el marco jurídico se centra en el RD 1146/2006 y el RD 183/2008, aunque también se aplica la ley 55/2003, de 16 de diciembre, del estatuto marco del personal estatutario de los servicios de salud y el real decreto legislativo 5/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la ley del Estatuto Básico del Empleado Público. También hay otras normativas como la Ley 41/2002, de autonomía del paciente, la Ley 15/1999, de protección de datos o la Orden SSI/81/2017, de 19 de enero, protocolo mediante el que se determinan pautas básicas destinadas a asegurar y proteger el derecho a la intimidad del paciente por los alumnos y residentes en ciencias de la salud. «Aunque solo sea una vez en la vida, deberíais leeros los dos reales decretos, aunque luego se olviden», recomendaba, ampliando brevemente el RD 1146/2006.Este texto regula la relación laboral de carácter especial de los residentes, señalando que no hay un periodo de prueba, que hay un examen médico previo al inicio y que existe una evaluación con un plan de recuperación específica y programada.
En cuanto a los derechos del residente, la actividad se define en cuatro aspectos, que son docente, investigadora, asistencial y de gestión clínica. Hay que conocer el programa de formación de la especialidad y qué profesionales de la plantilla están presentes en su unidad y poder pedir apoyo cuando lo considere necesario. «Derecho a tener un tutor, una práctica profesional programada, tutelada y evaluada, un registro mediante el libro del residente, evaluación continuada, anual y final, con la máxima objetividad y derecho a evaluar al centro con actividad docente con garantía de confidencialidad. También derecho a recibir asistencia y protección de la entidad docente o servicios de salud y la misma protección en salud laboral», recordaba.
Serrano señalaba que cuando hay unos derechos también hay unos deberes, como son la exclusividad, formarse siguiendo las instrucciones y en coordinación y conocer y cumplir los reglamentos y normas institucionales de la unidad docente, los derechos de los pacientes incluidos. También hay que prestar los servicios, realizar las tareas y utilizar racionalmente los recursos evitando su uso ilegítimo.
Pasando brevemente por la jornada laboral, las condiciones especiales que ya se han comentado en otras mesas y las retribuciones -sueldo base, 2 pagas extraordinarias y un complemento de grado porcentual respecto al sueldo que va del 8% del R2 al 38% del R5- Serrano señalaba otras cuestiones que se recogían en el RD, como las rotaciones externas, excedencias, extinción del contrato, régimen disciplinario, personal en formación por el sistema de residencia con discapacidad, protección integral contra la violencia de género y procedimiento de revisión de evaluaciones.
«Mucha gente tiene miedo de despertar a los adjuntos a las 4.00 o 5.00 de la mañana. Hacedlo, porque si cometéis un error, puede ser vuestro. Es normal que tengáis dudas»
Por su parte, el RD 183/2008, en el Capítulo V, se centra en el deber general de supervisión y en la responsabilidad progresiva del residente, siendo la del R1 de presencia física por especialistas y a partir del R2 de carácter progresivo decreciente. En este sentido, recordó un caso expuesto previamente por Sheila Justo de una condena penal a una MIR que actuó sin supervisión para dejar claro que el residente es responsable de todo lo que hace siempre que no haya consultado. «Cuanto tú como residente llevas a cabo una acción que no has consultado, la responsabilidad no puede ser de la persona que no conocía lo que estabas haciendo. Mucha gente tiene miedo de despertar a los adjuntos a las 4.00 o 5.00 de la mañana. Hacedlo, porque si cometéis un error, puede ser vuestro. Es normal que tengáis dudas, nadie pretende que salgáis de la carrera siendo ya médicos completos. Tenemos derecho a dudar, a preguntar y obligación de hacerlo», recomendaba.
Por último, señaló lo referente a la prevención de riesgos laborales, que abarca desde la necesidad de una estancia de descanso digna como la obligación de que cada categoría profesionales lleve a cabo sus tareas y no asumirlas los médicos.
«Si los residentes estamos bien, haremos un sistema más fuerte»
A continuación tomó la palabra Santiago Toranzo, R3 de Medicina Familiar y Comunitaria en Ponferrada y miembro del Comité de Empresa de León, quien ofrecía su perspectiva más práctica de lo que supone formar parte del Comité en un hospital de segundo nivel. «Es importante que participemos porque va a hacer que todo funcione mejor. Si los residentes estamos bien vamos a ser mucho más eficaces, eficientes y efectivos, y va a mejorar los servicios», introducía.
Toranzo exponía la importancia de mantener una dinámica para el continuo representativo, que aunque no coincida el periodo electoral con los años de residencia, haya relación y se articulan y reclamen las cosas al mismo, porque quienes forman parte del Comité tienen un tiempo para trabajar por los demás. Ese continuo favorece, además, que se mantenga la relación en el paso de residentes a adjuntos. «Si los que somos parte del sistema estamos bien, vamos a hacer un sistema más fuerte, que al final va a redundar en la calidad asistencial a los pacientes, destinatarios últimos de nuestro trabajo», reflexionaba.
El residente de Medicina Familiar defendía la importancia de una estrategia nacional porque los problemas de los residentes suelen ser los mismos en todos los sitios (libranzas de guardias, descansos, lugares de descansos, rotaciones, etc). Por eso se necesita una estrategia que generara una mesa de negociación con el ministerio que hiciera cumplir la ley que está escrita en los casos en los que los residentes se sienten en posición de debilidad frente al adjunto. «Es una manera de empoderar al residente, lo más importante que debemos lograr, porque muchas veces estamos asustados, no conocemos las cosas y en ocasiones en vez de leerte las normas, empiezas a jugar y ya a la segunda partida te las sabes, pero lo más probable es que no hagamos una segunda residencia», decía recordando las palabras previas de Serrano.
Dirigiéndose a los residentes, Toranzo señalaba que pueden contar con el Comité de Empresa, con el sindicato, que hay sitios donde no hay sección de residentes porque quizás nunca ha habido residentes que se hayan preocupado, pero cuando hay interés, las cosas se crean. Por eso es importante implicarse, perseverar, contar con la ayuda del sindicato para al final lograr los objetivos, ya que «en la mayor parte de las veces no estamos pidiendo cosas nuevas, sino que se cumplan las normas. De ahí la clave del Comité de Empresa desde el punto de vista del residente. Más que ser como marionetas, debemos ser más activos y preguntar, que nos guíen, que el sindicato médico nos asesore pero que nosotros tomemos parte. Así podremos llevar mejoras a nuestros compañeros», sentenciaba.
En último lugar intervenía Santiago Serrano, R4 de Medicina Familiar y Comunitaria en Murcia y exvicepresidente del Comité de Empresa del Servicio Murciano de Salud, quien quería demostrar la importancia del órgano de representación. Ellos se presentaron a través de CESM Murcia e hicieron una importante campaña de difusión porque al entrar existía mucho desconocimiento.
«La labor de concienciación con los compañeros fue muy importante, y agradecimiento enorme a todos los que nos dieron su confianza para llevar a cabo la representación. De 24 puestos que había, salimos con 21 de residentes, que nos dio un poder más global. La oficialidad que te permite esto al ser un órgano reconocido era la posibilidad de acceder a otras instancias de la administración a las que no podrías acceder formando parte de otras entidades, como comisiones de docencia, sociedades científicas, etc. Nosotros siempre hemos mantenido contacto muy directo, sobre todo telefónico o telemático por la pandemia, con la Dirección General de Recursos Humanos, Gerencia, Consejería de Salud, Unidad de Desarrollo Profesional, Función Pública, etc. En estos dos años hemos podido mantener contacto prácticamente continuo con la cúpula, es algo que se debe tener en cuenta», explicaba.
«El Comité te permite acceder a instancias de la Administración donde en otras organizaciones no llegarías»
También quiso agradecer el apoyo que habían recibido del sindicato, en aspectos jurídicos y legales, con convocatorias de huelga, mantenimiento, difusión, respaldo económico, apoyo logístico, etc. Con imágenes recordaba las jornadas de huelga nacional del pasado año, las de huelga autonómica, la repercusión en medios de comunicación y la firma del acuerdo de noviembre de 2020 que permitió la salida de la huelga. «Tuvimos que resumir un convenio al que se opuso la Administración en un acuerdo de 2 o 3 páginas que recogiese lo más imperioso de resolver en cuanto a los residentes. En los meses posteriores evaluamos qué aspectos de este acuerdo se vieron realmente cumplidos o en cuáles había que incidir porque no se cumplían. Estamos introduciendo unos cambios en unos servicios que no contaban con ello porque nunca se habían quejado a nivel colectivo. Al mismo tiempo, analizamos cómo se habían visto afectados los compañeros en su actividad por la irrupción del COVID para ver dónde había que incidir», exponía.
En permanente contacto con el Colegio de Médicos, Serrano señalaba también que se han hecho estudios en torno al que es el eje del residente, los descansos compensatorios, que hay gente que a estas alturas no libre «por una mentalidad prehistórica de algunos adjuntos de pensar que como él no libraba, ahora tú tampoco lo harás. Esto ha habido gente que nos lo ha agradecido bastante. Hay que seguir mejorando pero ha sido un cambio de 180 grados. En un par de años que hemos estado en el Comité, hemos liderado muchos cambios a nivel de la Región, sino ayudando a otras comunidades. Con que haya gente que conozca esto, hagamos un buen relevo y se vaya haciendo conciencia de nuestros derechos y deberes, se consiguen muchas cosas. Que la Administración sepa que estamos ahí, que nos tienen que tener respeto y poder continuar adelante», sentenciaba.
Ya en el turno de preguntas se explicaba que los pasos para formar parte del Comité son apuntarse a un sindicato y preguntar. «Recomiendo que sean principalmente sindicatos médicos, pero si no hay, pues se elige otro. Segundo paso, preguntar si hay sección de residentes, y enterarte cuándo son las elecciones. Empezar a colaborar, ir a reuniones si las hay o proponerlas si no las hay», respondía Juan José Serrano. «Si no hay sección de médicos jóvenes hay que desarrollarla, y aunque no sea un cargo en el Comité porque te votan, hay 4 o 3 -dependiendo del número de trabajadores- delegados sindicales MIR que emanan del Comité de Empresa. Empiezan por ese escalón, y si hay elecciones y coincide, pueden acceder a ese paso», añadía Justo.
Por último, para encontrar información sobre los diferentes salarios de los centros madrileños, Juan José Serrano remitía al Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCAM), matizando que el salario es el mismo para todos los hospitales públicos, y que puede haber centros privados o de régimen especial que tengan algún plus pero no van a ser inferiores a los públicos. Los precios de la hora, el salario mensual, el complemento de grado y lo que vale cada guardia se publican anualmente en los boletines oficiales de la comunidad.
Accede aquí al vídeo completo de la mesa.