La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) quiere poner de relieve una vez más la crítica situación en la que se encuentra la sanidad en Ceuta y Melilla, tanto para los profesionales como para la calidad asistencial de la población, y denuncia la falta de predisposición del Ministerio de Sanidad para abordar el problema desde la colaboración mutua y el conocimiento real de la situación.
A la ya de por sí mermada capacidad asistencial de las ciudades autónomas, los profesionales se han enfrentado en los últimos días a declaraciones desafortunadas como las del subdirector general de Ingesa, Jesús Junquera, quien al señalar que no habría problema alguno para la atención de los pacientes de Ceuta y Melilla este verano, siempre sin haberse acercado a conocer la realidad de primera mano de ambos territorios, hacía gala de un desconocimiento total de los problemas graves que padecen los profesionales de las ciudades autónomas, donde la sanidad pública está atravesando unas carencias que desde el ministerio no se están abordando o se hace de la manera equivocada.
Las estadísticas del propio Ministerio de Sanidad reflejan la preocupante falta de médicos y personal de Atención Primaria y Hospitalaria en Ceuta y Melilla, situándolas a la cola en dotación sanitaria en el país. Además, la Unión Europea ha llegado a calificar los sistemas sanitarios de estas ciudades autónomas como “los peores de todo el Estado” y uno de los peores de Europa. En este sentido, el Parlamento Europeo dio luz verde a la petición de la Organización Médica Colegial (OMC) para intervenir en la situación sanitaria de ambas regiones.
Tanto el Sindicato Médico de Ceuta como el de Melilla llevan años denunciando la falta de profesionales para cubrir la asistencia sanitaria que demanda la población. Existen especialidades que están trabajando actualmente bajo mínimos (solo un oncólogo en Ceuta en verano mientras el otro descansa porque solo hay dos, sin especialistas de Aparato Digestivo que se “cubren” con internistas o se trasladan a la península si hay gravedad, con Dermatología cerrada y con una Atención Primaria donde faltan más de medio centenar de facultativos) y desde Ingesa parecen limitarse a contrarrestar cada denuncia sobre falta de profesionales publicitando la inversión millonaria en infraestructuras o medicamentos (por ejemplo, la falta de médicos de Aparato Digestivo con la compra de un colonoscopio con Inteligencia Artificial, la de oncólogos con la compra de un nuevo tratamiento oncológico, la de radiólogos con la adquisición de un aparato de resonancia magnética, etc.) mientras ni siquiera existen profesionales para poder manejarlos, lo que evidencia la falta de inversión en recursos humanos que permita acabar con el grave déficit de especialistas, ya que los aparatos de última generación no sustituyen a los profesionales.
En este sentido, el Real Decreto 118/2023, del 21 de febrero, establecía que los puestos de personal sanitario del Ingesa se configuran como de difícil cobertura, habilitando a la dirección del mismo para establecer las medidas necesarias que incentiven la contratación de profesionales en estos puestos, y sin embargo todavía no se ha desarrollado medida alguna para captar médicos, como sí se ha hecho, por ejemplo, en Baleares, con las llamadas zonas “de muy difícil cobertura”, opción que solventaría gran parte de los problemas actuales de déficit de médicos.
Por todo lo anterior, CESM denuncia no sólo que en estos meses no se hayan buscado soluciones conjuntas y realistas a la grave situación sanitaria de ambas ciudades, sino el patente desconocimiento de los responsables de Ingesa sobre la singularidad y posición geográfica de las ciudades autónomas, con un importante aumento de la población europea que veranea en Marruecos y que son atendidos en Ceuta y Melilla, con la sobrecarga asistencial que eso supone para los profesionales ya desbordados y que ante cualquier petición de soluciones se encuentran con actitudes antisindicalistas y falta de autocrítica.
Ante esta situación, la Confederación urge una vez más a Sanidad a que se pongan en marcha soluciones adecuadas para profesionales y pacientes y pide la dimisión de los directores territoriales de Ingesa por su patente desconocimiento del área que deben gestionar, ya que es la calidad asistencial de la población y la seguridad del paciente lo que está en juego. Resulta imprescindible que los máximos responsables del ministerio, de quien depende Ingesa, entre ellos la propia ministra de Sanidad, conozcan de primera mano la situación de los profesionales y no se dejen influir por declaraciones de responsables locales muy alejadas de la realidad, ya que fueron las promesas de cambio de rumbo del nuevo gabinete las que propiciaron una suspensión temporal de la huelga que llevaba meses convocada como última salida a la crisis sanitaria de ambas ciudades. De ahí que desde CESM se busque siempre la colaboración con el ministerio con el beneficio de la sanidad pública de Ceuta y Melilla y de sus profesionales como único objetivo.