La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) quiere mostrar su preocupación por la deriva que está tomando la Formación Sanitaria Especializada y las graves consecuencias que esto puede suponer para el sistema sanitario en los próximos años, después de conocerse que en la actual convocatoria han quedado 218 plazas de futuros especialistas sin adjudicarse.
En la última reunión de seguimiento del proceso celebrada el pasado viernes una vez cerrada la convocatoria tras 21 sesiones, los responsables del Ministerio de Sanidad informaban a los representantes de la Formación Sanitaria Especializada de que 7.971 personas habían elegido plaza, pero quedaban vacantes 218 correspondientes a Medicina del Trabajo (8 plazas), Medicina Preventiva y de Salud Pública (8 plazas), Microbiología y Parasitología (2 plazas, una de privada de conformidad) y, especialmente, Medicina Familiar y Comunitaria (200 plazas).
La explicación facilitada por Sanidad es que muchos aspirantes simplemente no han presentado solicitud, desvinculando los motivos de un problema con el procedimiento telemático que no permite elegir en tiempo real, aunque admite que hay un problema con la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, por lo que han manifestado su intención de llevar a cabo un análisis sobre las causas de esta situación y cómo favorecer el atractivo de este nivel asistencial.
En este sentido, CESM quiere manifestar su decepción ante una situación de la que ya se alertó desde la implantación del sistema de adjudicación actual, puesto que a las 218 plazas vacantes habrá que sumar después aquellas que, pese a haber sido adjudicadas, queden desiertas por no producirse las incorporaciones, una cifra que en la convocatoria anterior ascendió a 190 plazas. Esto supone un serio peligro para la planificación de recursos humanos a largo plazo, agravada por las jubilaciones previstas en los próximos años y que afectarán a la asistencia sanitaria que se ofrezca a la población, ya que se trata de centenares de médicos que quedan si formarse como especialistas.
Además, la situación es especialmente grave en Atención Primaria, ya que a la creciente desmotivación de los profesionales ante este destino por la falta de medidas que lo incentiven se suma un sistema de elección que favorece que las plazas queden vacantes por no conocer realmente dónde estará el puesto de trabajo al hacer la elección.
Por todo lo anterior, CESM quiere denunciar que la obstinación de Sanidad a la hora de desoír las peticiones y advertencias de los representantes de los profesionales tiene sus consecuencias como ya se anticipó, y ese es el único motivo por el que se haya pasado de un periodo en el que había exceso de aspirantes que optaban a una plaza a la situación actual, en la que en el mismo proceso de adjudicación quedan 218 vacantes, que luego aumentarán al sumar las desiertas. Resulta imprescindible que se haga una seria planificación de los médicos del Sistema Nacional de Salud y se revise la articulación del sistema de acceso a la FSE para que no se pierdan profesionales ya de base como ha ocurrido en esta convocatoria.
De ahí que, una vez más, la Confederación insista en que el sistema de elección debe ser lo más ajustado posible a la petición de los interesados, lo que se consigue con una elección en tiempo real, y que sea urgente tomar medidas para paliar el grave problema que existe ya en Atención Primaria, con la especialidad de Medicina de Familia nutriendo el cupo de las no elegidas por las condiciones laborales que ofrece y cuya penosidad no hará sino empeorar, con las consiguientes consecuencias para la asistencia sanitaria que sufrirán profesionales y pacientes.