El vicepresidente de la Junta acusaba de falta de ayuda durante la crisis, de incumplir el principio ético de “primun non nocere” y de obviar su juramento hipocrático.
Defiende que se recompense a los profesionales por el esfuerzo realizado y el riesgo asumido, pero exige que esa recompensa no dependa de criterios subjetivos.
La situación ha sido denunciada sin que se dé ninguna solución, por lo que CESM Castilla y León se ha visto obligada a presentar demanda cautelarísima ante los juzgados de lo social.
Nace como órgano de participación de la profesión médica y de asesoramiento de salud en Castilla y León y debe plasmarse en un gran pacto por la sanidad.